Retail - Consumo

Extremadura se asegura un negocio millonario como proveedor de hoja para tabaco calentado de Philip Morris

Plantación de tabaco en la zona de Talayuela, al norte de Cáceres.

Javier Mesa

La multinacional del tabaco Philip Morris ha invertido desde 1992 más de 230 millones de euros en la compra de hoja de tabaco en Extremadura, principalmente en la comarca del valle del Tietar al norte de Cáceres, donde se concentra el 98% de este cultivo en España.

Desde ayer, el campo extremeño tiene garantizado el futuro de este cultivo y el desarrollo de la zona gracias al anuncio realizado por la compañía de que la hoja de Extremadura ha obtenido, tras dos años de trabajos, su certificación para ser usada también en todos sus nuevos productos de tabaco calentado, presentes en cientos de países de todo el mundo.

Desde hace diez años, la multinacional se encuentra inmersa en un cambio de rumbo enfocado en invertir en alternativas al tabaco sin humo, menos nocivas para la salud y que suponen supone ya el 40% de la facturación de la compañía. Según avanzaba el presidente de Philip Morris para España, Portugal y Andorra, Daniel Cuevas, "nuestro objetivo es que estas alternativas al cigarrillo tradicional pasen a representar más del 60% de nuestra facturación en 2030".

Esta apuesta, recordaba el directivo, abre un gran horizonte de crecimiento y desarrollo en la zona de producción, ya que España aún no se acerca a los niveles de consumo de las alternativas al cigarrillo de otros países del entorno europeo como Italia, Grecia o Portugal, donde ya ha superado a marcas tradicionales como Marlboro. En este sentido, Cuevas, avanzaba que "esto nos permitiría garantizar no solamente seguir comprando hoja de tabaco aquí, sino incluso incrementar nuestros volúmenes de compra y valorar posibles nuevas inversiones acorde con nuestra transformación".

Inteligencia artificial

El presidente en Europa de la mayor tabacalera del mundo, Massimo Andolina, avanzaba hace unos meses en una entrevista para elEcononista.es, que su grupo había presentado al Gobierno español un plan industrial en el que se preveía la posible construcción de una fábrica en nuestro país, así como un centro de transformación digital. En este sentido, el responsable de firma en España avanzaba ayer la puesta en marcha del primer proyecto de Digital Farming del grupo en suelo español en el que se aplicará la inteligencia artificial en el cultivo del tabaco.

Tras recordar que Philip Morris compra el 90% de la hoja de tabaco que se produce en el campo extremeño y que exporta el 80% a sus diferentes fábricas en el continente, Cuevas, recalcaba que nuestro país, junto a Italia, se ha convertido en uno de los primeros países cultivadores de Europa en conseguir esta certificación para un segmento como el del tabaco calentado en constante crecimiento.

En este sentido, el presidente de la compañía alertaba sobre las regulaciones restrictivas procedentes de las administraciones europeas y nacionales que ponen en riesgo el cultivo de la hoja de tabaco y ponía de manifiesto la necesidad de que exista una regulación que tenga en cuenta las evidencias científicas que respaldan a estos nuevos productos sin combustión, porque " todos queremos proteger a los menores, pero como sector es esencial ofrecer a esos nueve millones de fumadores adultos españoles productos menos dañinos. El tabaco calentado y los productos de nicotina sin combustión no son inocuos, pero sí menos perjudiciales que los cigarrillos".

La certificación de la hoja extremeña para tabaco calentado por parte de la multinacioonal, resaltan desde la compañía, ha conllevado un proceso exhaustivo y supone un paso más en su apuesta por el cultivo en la región tras más de tres décadas de compras ininterrumpidas en la zona.

Apoyo institucional

Al día siguiente de conocerse la noticia de la certificación por parte de Philip Morris, la Asamblea de Extremadura emitía una declaración institucional en la que mostraba su apoyo al modelo productivo del tabaco y subrayaba la necesidad de medidas regulatorias "proporcionadas". El parlamento autonómico, consciente de la "relevancia" del cultivo de tabaco para la economía y el desarrollo social de la región, ponía así en valor el impacto crucial del sector.