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Agromillora, el gigante español de la producción viverística que reinventó el cultivo del olivar

  • La compañía entrega cada año 80 millones de planta en todo el mundo
  • Es líder en multiplicación 'in vitro', con 11 laboratorios repartidos y 12 viveros en los cinco continentes
Agromillora es un referente en producción y comercialización de especies leñosas

Rafael Daniel
Barcelona/Valladolid,

La compañía española, precursora de la producción en seto, entrega anualmente en todo el mundo 80 millones de plantas de cultivos leñosos gracias a su liderazgo en la multiplicación 'in vitro'.

Cuando en 1995 Carles Sumarroca i Coixet decidió comprar una maquina vendimiadora para cosechar sus viñedos del Penedés difícilmente podía imaginar que estaba poniendo el germen de Agromillora, un gigante viverístico hoy referente a nivel mundial, ni que iba a ser el impulsor de una auténtica revolución en la agricultura con el cultivo del olivar en seto.

Fue la necesidad de rentabilizar una máquina que "entonces valía mucho dinero y que apenas trabajaba un mes al año" la que hizo pensar a este empresario que la aceituna, con un tamaño similar al de la uva, podría recolectarse mecánicamente si se ponía el olivar en espaldera, cuenta el empresario en el documental "La senda del azar" en el que aparece junto a otros socios y colaboradores que le acompañaron en aquella disruptora iniciativa. Descárguese aquí la revista Agro

En una finca de 100 hectáreas propiedad del que luego sería otro de los socios, Jordi Miarnau, se hizo el primer ensayo a gran escala del cultivo superintensivo del olivo. "Casi hacíamos reír, los agricultores acostumbrados a árboles grandes debían pensar que estábamos plantando cebollas en vez de olivos", explica con humor el empresario.

Aquella "temeridad" de plantar 1.600 plantas en apenas una hectárea de terreno fue a la postre todo un cambio de paradigma en el sector olivarero nacional e internacional y pronto el experimento se extendió a la finca aragonesa La Valonga, propiedad de otro entusiasta de la innovación, José María Ferrer, en la que se produjo la primera cosecha mecanizada de la aceituna.

Junto a un sistema que mejoraba los rendimientos, ahorraba costes y mano de obra, había nacido además la mejora genética del olivar orientada a la producción intensiva del aceite, en la que nuestro país es líder, porque para hacer posible que las máquinas cosechadoras cabalgasen por encima de los olivos habían cruzado la arbequina con la arbosana, una variedad de gran estabilidad productiva pero de menor tamaño.

La UCO, una de las numerosas Universidades y centros tecnológicos con los que colabora Agromillora, vio pronto las posibilidades del nuevo sistema de producción y tomó el relevo en la búsqueda y selección de variedades que se adecuasen al cultivo en seto, el reto más importante que había habido en el sector olivarero. En 2008 la Universidad cordobesa y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria (IFAPA), licenciaron Sikitita, primera variedad obtenida de un programa de mejora genética adaptada al sistema superintensivo.

Si queremos ir lejos no podemos ir solos

El espíritu de colaboración para poner la innovación tecnológica al servicio del sector agrario es hoy más importante gracias a una presencia global que les permite intercambiar conocimiento. "Si queremos ir lejos no podemos ir solos", explican desde la compañía.

Hoy Agromillora (que en su nombre lleva el propósito de la empresa: Agro mejora) es líder a nivel mundial en el sector viverístico y un referente en producción y comercialización de especies leñosas para fines agrícolas con los más exigentes estándares de calidad genéticos y sanitarios. Dispone de 11 laboratorios y 12 viveros en todo el mundo y entrega anualmente 82 millones de plantas de olivos, frutales, frutos secos, berries, cítricos, vid, frutas tropicales y ornamentales a 3.500 clientes. Con 1.500 empleados, dispone de 628.000 metros cuadrados de invernaderos.

Esa apuesta continua por la innovación para la mejora se traduce en la red más grande a nivel mundial de laboratorios con la tecnología de multiplicación 'in vitro' de especies leñosas (más de 1.400 cultivos diferentes de más de 50 especies, incluidos portainjertos y variedades de árboles frutales, cítricos y frutos rojos).

La micropropagación es una tecnología en la que la compañía español ha sido pionera y que permite producir de una manera rápida y segura plantas genéticamente idénticas en un ambiente estéril.

Todo comienza cuando el material vegetal destinado a la reproducción es sometido a una verificación sanitaria y genética antes de ser considerado apto para la propagación comercial. Es a partir de este momento cuando se establece el Material Inicial en habitáculos habilitados para mantener las plantas en condiciones de cultivo controladas y aisladas del medio ambiente mediante mallas a prueba de insectos.

Estas plantas constituyen el origen de cualquier producción comercial en Agromillora, garantizando a los laboratorios de micropropagación una fuente segura de material vegetal para sus introducciones «in vitro«. El Material Inicial de las variedades también tiene su origen en la Planta Madre de yemas o esquejes localizados en el campo.

Un código QR permite la total trazabilidad de las plantas

Entre otras actividades, el Departamento de Investigación y Desarrollo y Calidad, que se encuentra en el Centro de Materiales Iniciales, realiza el registro y control sanitario de materiales vegetales de origen externo, a los que se somete a cuarentena; define el Plan de Control Sanitario y Genético adaptado a los cambios que exige la presión de enfermedades y plagas y realiza análisis mediante PCR en tiempo real.

Con ese material inicial, en unos laboratorios comparables a auténticos quirófanos, se multiplican de forma natural las plantas antes de pasar a unos invernaderos en los que las plantas van ganando en altura antes de ser introducidas en sustrato para que vayan creciendo antes de ser comercializadas. Con la digitalización de los procesos de producción mediante la implantación de un sistema de códigos QR se garantiza la trazabilidad de las plantas a lo largo de todas las fases de producción.

Los sistemas de cultivo en seto en los que ha sido pionera Agromillora encierran sin duda la clave del futuro de un sector cada vez más competitivo, en el que la reducción de costes, la menor dependencia de la mano de obra, el aumento del rendimiento y la mejora de la calidad de los productos agrícolas son factores fundamentales que determinan la rentabilidad económica de las explotaciones modernas.

Entre sus características están que utiliza patrones de plantación reducidos con alta densidad de plantas (más de 1.500 por hectárea) y permite la recolección con máquina cabalgante y la poda y aclareo totalmente mecanizados.

Las ventajas se traducen en una mayor productividad por unidad de superficie, reducción de costes gracias a la total mecanización de las tareas de cultivo desde el momento de la plantación hasta la cosecha, entrada temprana en producción, con una amortización más rápida de la inversión inicial; mayor eficacia en la aplicación de plaguicidas y mayor calidad del producto gracias a una recolección con la maduración adecuada y mínimo daño al producto.

En el caso del olivar, la compañía ha colaborado en el desarrollo de tres variedades de olivo junto con la Universidad de Bari: la Oliana, la Coriana y la Lecciana, esta última la única resistente a la peligrosa Xylella Fastidiosa, que ha destruido miles de hectáreas de olivo en Italia.

En España, además de los Centros Can Bosch, El Rebato y Monistrol, en Barcelona, la compañía dispone de viveros en la localidad pacense de Hernán Cortés, con capacidad para albergar hasta 14 millones de plantas, que trasladadas al campo se convertirán en unas 7.000 hectáreas de cultivo. Este centro suma 17 hectáreas de terreno.

Sostenibilidad

La sostenibilidad es uno de los pilares de Agromillora, que dispone del sello SES (Soluciones Eficientes y Sostenibles) en los que se identifica la propuesta de valor en el cultivo en seto tanto en la mejora de la eficiencia de los sistemas productivos como en sus impactos positivos en la sostenibilidad medioambiental, 'santo y seña' de la nueva agricultura.

Las ventajas que definen al SES, que se aplican al cultivo en seto de olivar, cítricos, frutos secos y frutales de hueso, son la reducción de inputs (productos fitosanitarios, fertilizantes, mano de obra, y recursos hídricos); la reducción de la huella de carbono y la huella hídrica; la mecanización eficiente de procesos de manejo y recolección compatibles con las tecnologías más avanzadas de gestión (robótica e Inteligencia Artificial), y desarrollo socioeconómico de las regiones rurales fomentando la modernización tecnológica, la innovación agrícola y la mano de obra cualificada, con mejoras en seguridad y salud laboral.

Hace unos días, Agromillora fue reconocida en la World Olive Oil Exhibition por su impacto en el sector del olivar con el desarrollo de los modelos en seto y su innovación.