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La Fiesta de la Vendimia de la DO Cariñena ya es de Fiesta de Interés Turístico Nacional
- Se celebra desde 1960 en esta localidad de Zaragoza que da nombre a la denominación de origen
- De la Fuente de la Mora emana vino en lugar de agua
- La DO Cariñena lanza el I Concurso Mundial de Cariñenas para reivindicarse como cuna de esta variedad de uva
Eva Sereno
Zaragoza,
Se celebró por primera vez en 1960 en la localidad de Cariñena, en Zaragoza, y desde entonces no ha dejado de recibir a visitantes cada año, en el mes de septiembre, para conocer cómo se hace el pisado de las uvas para obtener el primer mosto al son de la Jota del Toro y observar e encendido de la Fuente de la Mora de la que emana vino en lugar de agua durante todo el fin de semana en el que tiene lugar este evento. Ese mosto se bendice y se ofrece al Santo Cristo de Santiago, patrón de Cariñena.
Es una particularidad de estas fiestas que ya contaba con el reconocimiento popular y que, ahora, ha recibido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, culminando así un proceso impulsado por la Comarca de Cariñena en colaboración con la Denominación de Origen y la Ruta del Vino de Zaragoza.
Esta Fiesta de la Vendimia ya fue declarada de Interés Turístico de Aragón por la Diputación General de Aragón en 2016 para reconocer su interés e historia, puesto que sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando Cariñena recibió con una fuente de vino al rey Felipe II.
Este nuevo reconocimiento para esta fiesta, que cada año atrae a miles de visitantes, se produce en un momento en el que se celebrará este año la 59 edición, tendrá lugar del 26 al 28 de septiembre, y en un año que coincide además con el programa de actos de Cariñena Ciudad Europea del Vino 2025, otorgada por RECEVIN (Red de Ciudades Europeas del Vino) en Bruselas el pasado mes de noviembre.
Este reconocimiento nacional, se concede por la Secretaría de Estado de Turismo del Ministerio de Industria y Turismo, pone de manifiesto la singularidad y atractivo para los visitantes de toda España. "Es un evento que conjuga la tradición vitícola de este territorio con su promoción turística", han explicado desde el Ministerio, desde el que afirman que es una de las citas más importantes del calendario festivo aragonés. También se ha valorado la capacidad de esta fiesta de convertir la tradición de la celebración en un evento para dar a conocer los vinos de la DO Cariñena y su territorio.
La Fiesta de la Vendimia de la DO Cariñena celebra el inicio de la recolección de la uva y homenajea a los viticultores y bodegas que elaboran El Vino de las Piedras, lema con el que se conoce a la producción de la mayor, y también más antigua, DO de Aragón.
Además de la tradición en torno a la fuente, la Fiesta de la Vendimia tiene otros atractivos. Desde el año 2008 se cuenta con el Invitado de Honor quien, precisamente, es el encargado del encendido de esta fuente. Los reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron los primeros Invitados de Honor. En sucesivos años han pasado nombres tan conocidos como Vicente del Bosque, Carme Chacón, Juan Echanove, David Trueba, Gabino Diego, Paula Ortiz, Elvira Lindo, José Ramón de la Morena, Manuel Vilas, Antón Castro, Theresa Zabell, Antonio Resines, Luz Gabás, Jorge Usón o Salomé Jiménez.
Además, desde 2014, tras el acto institucional, el Invitado de Honor protagoniza la imposición de manos en el Paseo de las Estrellas en el que, como en el bulevar de Hollywood, dejan las huellas de sus manos los personajes destacados que visitan Cariñena, en una hoja de vid de cemento. Este gesto ha permitido crear así un original atractivo turístico que ya suma más de 25 nombres, con personajes participantes en la Fiesta de la Vendimia o en otros actos de la Denominación.
Una DO centenaria
La Denominación de Origen Cariñena fue una de las primeras que se creó en España, en el año 1932. La historia del vino en esta zona se remonta a la época romana, cuando crecieron las primeras vides en sus pedregosos terrenos, que dan nombre al lema actual "El Vino que Nace de las Piedras" y que permiten producir uvas más concentradas, intensas y aromáticas que en otros terruños.
Los ricos y variados terroirs reúnen las condiciones óptimas para desarrollar todas las potencialidades de hasta 16 variedades, entre las que destacan la garnacha –tinta y blanca-, la más cultivada, y la autóctona cariñena, única uva en el mundo que toma su nombre de una localidad y zona vinícola.