Retail - Consumo

Las tabacaleras baten récord de ingresos: la cajetilla supera por primera vez los 5 euros de media

  • Las ventas están estancadas pero el coste se ha incrementado un 11% en tres años
  • El Gobierno quiere incrementar la carga fiscal para reducir el consumo
El precio de los cigarrillos ha superado ya los 5 euros por cajetilla

Javier Romera

Nunca antes la industria tabacalera había alcanzado unos ingresos tan altos en España. En plena subida del precio de los cigarrillos -el coste medio ha superado por primera vez los 5 euros-, el sector ha alcanzado una facturación hasta septiembre de 10.659 millones de euros, lo que supone casi un 4% más respecto a los nueve primeros meses del año pasado a pesar de que la venta de cajetillas está estancada. Altadis, Philip Morris, BAT y JTI han aumentado su volumen de negocio en solo tres años un 13,1%, según los datos del último informe del Comisionado del Mercado de Tabacos.

Las subidas de precios llevadas a cabo obedecen a un incremento de los costes, teniendo en cuenta que la última subida fiscal se aprobó el 3 de diciembre de 2016, aunque en el sector existe preocupación porque un incremento impositivo muy fuerte, en línea con lo que ha pasado por ejemplo en Francia o en Países Bajos, pueda impulsar aún más los precios y desviar el consumo hacia el tráfico ilícito, fundamentalmente al tabaco de contrabando y a las falsificaciones, que está actualmente en mínimos en España. El caso más significativo, sin duda, es el de Países Bajos, donde el pasado 1 de abril el precio del tabaco subió a más de 11 euros por paquete tras una subida fiscal. La consecuencia inmediata, según explican en el sector, es que las ventas se desplomaron un 40% en junio, un 30% en julio y un porcentaje similar agosto. Con todo ello, el Gobierno neerlandés, que esperaba recaudar 400 millones de euros en impuestos, ha visto como la recaudación se reducía en 100 millones, lo que le ha obligado a replantearse la fiscalidad. Actualmente, un 35% del tabaco que se consume en Países Bajos se compra fuera y no tributa en país, procedente la gran mayoría del contrabando.

"El incremento en los precios del tabaco alimenta el mercado negro. Los consumidores buscan alternativas más baratas, y el contrabando se convierte en una opción cada vez más atractiva", explican los estanqueros. Y algo muy parecido ocurre también en Francia. Según el último informe anual elaborado por KPMG, en colaboración con Philip Morris Internacional (PMI), el país vecino encabeza actualmente las listas de consumo ilícito con 16.800 millones de cigarrillos y una pérdida de ingresos fiscales estimada en 7.300 millones de euros. Por el contrario, España cuenta con una de las tasas más bajas de consumo ilícito. Según el estudio, en el caso español el tráfico ilegal experimentó el año pasado un descenso del contrabando y la falsificación de 0,9 puntos porcentuales, situándose en un 2,8%, una de las tasas más bajas de los últimos años.

El informe estima que la pérdida de ingresos fiscales en España por este comercio ilícito fue así de solo 210 millones de euros. Según la información facilitada por los cuerpos y fuerzas de seguridad y las estimaciones de PMI, los delincuentes han ampliado la instalación de fábricas ilegales de cigarrillos. Sólo en 2023, las autoridades regionales y locales desarticularon al menos 113 centros clandestinos de fabricación de cigarrillos en 22 países europeos.

El aumento constante del consumo de cigarrillos falsificados por quinto año consecutivo -impulsado principalmente por el Reino Unido y Ucrania- se une ahora al aumento de todas las demás categorías de comercio ilícito, incluidos los denominados illicit whites, marcas de cigarrillos fabricadas legalmente en un país pero introducidas en otro de forma ilegal, y el contrabando tradicional. Sumado a la continua recuperación de los volúmenes legales transfronterizos, tras el fin de las restricciones de viaje relacionadas con la pandemia por el Covid, el consumo total no doméstico también ha alcanzado su nivel más alto de la historia en Europa, el 15,5%, lo que equivaldría a más de uno de cada seis cigarrillos.

Subidas

Con una subida de precios en España del 11% del 2021, desde 4,55 a 5,05 euros por cajetilla, las alertas están encendidas en la industria ante el temor de que una subida muy fuerte de la carga fiscal, unida a la obligación de un empaquetado genérico que impida competir a las marcas, pueda disparar de nuevo el tráfico ilícito. Y es que lejos de reducir la prevalencia, el consumo de tabaco ilegal se dispara en aquellos países pioneros en la implementación del empaquetado genérico (como Francia o Reino Unido). Según diferentes informes, la indiferenciación del producto hace que sea más sencillo de copiar, lo que facilita la falsificación y amplía la posibilidad del comercio ilegal, reduciendo además la recaudación por impuestos especiales sobre el tabaco. Las tabaqueras están tratando de reestructurar su negocio y apostar por productos sin humo, pero el Gobierno ha lanzado también una ofensiva fiscal en este mercado.

En el marco de una amplia reforma que busca asegurar mayores ingresos y, a la vez, disuadir el consumo de productos con nicotina, especialmente entre jóvenes, el Gobierno quiere aprobar una tasa específica para los líquidos para vapeadores y las bolsas de nicotina, que se fijará en función de su contenido. El objetivo es que la tasa entre en vigor el próximo enero y que los líquidos paguen 0,15 euros por mililitro en el caso de que no superen los 15 miligramos de nicotina por mililitro y 0,20 euros si sobrepasan esa concentración. Además, las bolsas de nicotina tendrán una tarifa de 0,10 euros por gramo.