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La lata de cerveza que tiene una bola blanca dentro para mejorar la experiencia

El secreto de la cerveza Guinness /Foto: iStock

Víctor Ruiz

La cerveza es una de las bebidas más populares, sobre todo ahora que llega el calor y los chiringuitos de playa se llenan. Hay una gran variedad de marcas que cobran popularidad dependiendo de si se consumen como acompañamiento de una comida o para tomar un aperitivo en buena compañía. Entre todas ellas destaca la Guinness, una de las más icónicas por su color oscuro, casi negro, y su distintivo sabor tan equilibrado. De norma general esta cerveza toma en pintas servidas de barril, pero si se opta por comprar la Guinness en lata se puede apreciar una pequeña bola de plástico, del tamaño aproximado de una pelota de pin-pon en su interior. Esto tiene un motivo fundamental que afecta a su textura y su sabor.

Y es que una de las características más notables de Guinness es su textura cremosa y suave. Esto se debe en parte al uso de nitrógeno en lugar de solo dióxido de carbono para la carbonatación, como hacen la mayoría de las marcas de cerveza. Esto crea una espuma densa y persistente perfecta si se sirve de grifo. Sin embargo, la comercialización de este producto en lata hizo que desde la cervecera tuvieran que ingeniárselas para que sus clientes pudieran disfrutar de la mejor experiencia en cualquier lugar.

Cerveza Guinness /Foto: iStock

La solución fue incluir en las latas un pequeño "widget", una esfera blanca con un pequeño agujero apta para uso alimentario. Este dispositivo ayuda a replicar la experiencia de la cerveza de barril, creando la textura cremosa característica. Durante el proceso de enlatado, se añade una pequeña cantidad de nitrógeno líquido a la cerveza justo antes de sellar la lata. Una vez sellada el nitrógeno líquido se evapora rápidamente, aumentando la presión dentro de la lata. Esto obliga a que parte del gas y la cerveza entren en la bola de plástico a través del pequeño agujero.

Al abrir la lata, la presión interna disminuye rápidamente. El gas y la cerveza que estaban en el "widget" se liberan de forma súbita, lo que provoca la formación de pequeñas burbujas de nitrógeno que ascienden a través de la cerveza, creando la textura cremosa y la densa espuma característica de la Guinness. El resultado es una cerveza con una textura suave y cremosa, similar a la que se obtiene al servir una Guinness de barril.

La historia de Guinness

Guinness fue fundada en 1759 por Arthur Guinness en la cervecería St. James's Gate en Dublín, Irlanda. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una marca mundialmente reconocida y un símbolo cultural irlandés. Sin embargo, no fue hasta 1988 que este "widget" se patentó como un símbolo de la calidad de este producto que promete emular la experiencia de tomar una pinta de barril.