Retail - Consumo

Re-Read cruza los Pirineos: las librerías 'low cost' abren en París

  • La cadena de libros de lance se instala en la avenida Voltaire y prepara su entrada en Lisboa 
Primera librería de Re-Read en París (Francia). EE

Aleix Mercader
Barcelona,

Re-Read aterriza en la ciudad de la luz... y de las letras. La cadena de librerías de segunda mano acaba de inaugurar su primera tienda en París, nada menos que en el boulevard Voltaire (hablando de literatura no podía ser menos). El número 119 de la popular avenida, ubicado cerca de la sala de fiestas Bataclan y de la antigua cárcel de la Bastilla, acogerá el primer comercio de la enseña en Francia y en el extranjero.

Los dueños de la empresa, Nicolás Weber y Mercedes Zendrera, esbozan grandes planes para el país vecino. "Hemos creado allí una nueva sociedad para gestionar nuestra expansión. Ya hemos recibido cuatro o cinco peticiones para abrir franquicias, la acogida está siendo muy buena", explica el empresario, que nació en París, sin disimular su alegría. Una apertura que, además, tiene sabor familiar: Julia Weber Zendrera, hija del matrimonio, dirigirá la librería francesa y asumirá las riendas de la internacionalización en el mercado galo.

El tándem de libreros, expropietarios de la histórica BaiBars en Barcelona y bregados en el sector --uno de los abuelos de Mercedes fundó la Editorial Juventud--, ha optado por abrir una tienda de gestión propia y algo más grande de lo habitual. Son 120 metros cuadrados que, al igual que el resto de sus puntos de venta, se nutren de libros usados recabados de particulares que a menudo viven cerca de los establecimientos.

Fórmula Re-Read

Un proyecto alumbrado hace más de diez años que ahora busca nuevos mercados... no solo en el Hexágono. La cadena está a punto de cerrar otro local en una gran avenida de Lisboa. Portugal y Francia se perfilan como las primeras geografías en las que Re-Read tratará de ganar clientes tras alcanzar en España una red de 57 establecimientos, la inmensa mayoría de los cuales son franquiciados, al que ahora se suma el de París. Hoy en día hay una Re-Read en ciudades como Barcelona, Girona, Madrid, Bilbao, San Sebastián, Oviedo, Málaga, Zaragoza, Sevilla, Alicante, Valencia, Pamplona, Santa Cruz de Tenerife y Palma, entre otras.

¿Cuál es su secreto? Vender libros de lance a precio fijo. Los re-readers se saben de memoria las tarifas: un libro por cuatro euros; dos, por seis euros, y cinco, por 12 euros. Este modelo low cost se revisó ligeramente al alza hace un año debido a la escalada inflacionaria. "No sufrimos para nada. Los compradores entendieron la operación. Llevábamos con los mismos precios desde hacía una década", argumenta.

Segunda pregunta: ¿se puede hallar cualquier tipo de libro? No cabe esperar volúmenes sueltos de la enciclopedia Larousse ni tampoco las últimas novedades editoriales, pero en sus estantes uno encuentra desde cómics hasta recetarios y manuales universitarios, pasando por novela y poemarios, joyitas descatalogadas y best-sellers (siempre que no sean de rabiosa actualidad). El punto diferencial consiste en ofrecer por una tarifa plana todo tipo de obras a los aficionados a la lectura.

Esta aproximación se distingue de las tradicionales librerías de viejo que aún ponen un precio distinto para cada volumen. La apuesta de Re-Read favorece el picoteo y, por qué no decirlo, el consumo. ¿Por qué llevarte uno si puedes llevarte cinco sin rascarte (demasiado) el bolsillo? Tampoco pasa por alto que entrar en una de sus librerías no es como entrar en una librería de segunda mano al uso. La tipografía, el mobiliario, los mensajes promocionales... han sido pensados para dar un aire mucho más actual y fresco al ambiente. Un detalle: el logo tardó en gestarse tres semanas con un diseñador japonés hasta encontrar la letra perfecta.

El papel sigue vivo

"El año pasado vendimos 1,9 millones de libros", detalla el empresario. Una actividad que les ha permitido elevar su facturación en el último ejercicio hasta casi los 5,7 millones de euros. Cifras discretas pero sostenidas de crecimiento que han permitido justamente explorar otros países. Los buenos resultados también les han facultado para desarrollar soluciones innovadoras. Una de ellas es Re-Book Finder, una herramienta para localizar de forma visual en los anaqueles cualquier obra o escritor. Este buscador se alimenta de las instantáneas que sacan a diario los trabajadores de las librerías y facilita a los compradores averiguar si en una tienda se halla el ejemplar que andan buscando.

Respecto a los hábitos de lectura, Weber no siente que se hayan resentido en los últimos años. Al contrario: "No tengo esa impresión. En mi entorno y por la actividad que vemos en las tiendas no notamos que se lea menos". De hecho, lo que ha generado Re-Read en algunas personas es un gusto algo nostálgico pero contagioso por el libro en papel. El placer de sostener un libro bajo el brazo no lo sustituye ningún lector digital, defienden desde la cadena. Ahora esta sensación también se disfrutará en París.