Retail - Consumo

Santander y BBVA rescatan a Teka con dos préstamos para garantizar su liquidez

Sede de Teka

Javier Romera

Santander y BBVA han salido de nuevo al rescate del fabricante de electrodomésticos Teka. Con más de 4.000 empleos en su plantilla, la empresa cántabra, que tiene fábricas en Santander, Zaragoza y Granada, ha logrado dos nuevos créditos por un importe total de 20 millones de euros para afrontar las necesidades de circulante y tener liquidez para el pago a proveedores.

En los últimos meses, la empresa, que es propiedad del empresario alemán Maximiliam Brönner, y que sigue en números rojos, se ha visto obligada a tener que pagar al contado ante las reticencias de sus proveedores a suministarle producto por las dudas sobre su capacidad de pago.

Los nuevos créditos aprobados, que según confirman fuentes financieras se han aprobado en los últimos días, se suman además a la refinanciación de la deuda el pasado mes de julio, por un importe total de 96 millones de euros, extendiendo los vencimientos hasta el año 2028.

Aunque Teka había conseguido reducir el nivel de apalancamiento de forma significativa respecto a los 287 millones que llegó a deber en 2013 a los bancos, casi el triple que ahora, tenía serias dificultades para afontar los pagos ante el encarecimiento de los costes, los problemas en la cadena de suministro y la caída de las ventas a raíz de la pandemia.

Según han confirmado fuentes financieras, el grupo ha contratado, por un lado, a HSBC para la búsqueda de un socio financiero que entre en su división de electrodomésticos, la más importante de todas, y, por el otro, al banco estadounidense Lincoln International para encontrar un comprador para su negocio de grifería para baños, según adelantó ayer El Confidencial.

Dudas sobre la viabilidad

Las cuentas del último ejercicio todavía no están publicadas en el Registro Mercantil, pero en su informe de auditoría correspondiente al año 2021, EY alertó ya de la "existencia de una incertidumbre sobre la capacidad del grupo para seguir como empresa en funcionamiento" ante el previsible incumplimiento de los ratios financieros acordados con sus acreedores y las dificultades para hacer frente a los vencimientos de deuda.

Teka, que ha acometido en los últimos meses la venta de más activos, ha llevado a cabo ya varios procesos de reestructuración de su deuda. En sus última cuentas, explica de hecho que "en el ejercicio 2013, se formalizaron los acuerdos entre la sociedad dominante Teka Industrial y la banca española, por lo que se completó el proceso de refinanciación de su deuda y la reordenación de sus líneas de crédito, los cuales han sido parcialmente modificados por contratos de novación firmados en los años 2016, 2019 y 2020", y a los que se les suma ahora el nuevol firmado el pasado mes de julio.

En las cuentas, Teka destaca asimismo "la contribución de los préstamos formalizados con el sindicato bancario con la garantía del ICO para mantener una sólida posición de liquidez y la prevención de riesgos financieros en el pasado ejercicio", en referencia a 2021.

Salvar las dificultades

La extensión del periodo de carencia y del plazo de amortización aprobados recientemente representan un nuevo salvavidas. A la espera de cómo evolucione el negocio y de que la empresa logre salvar las dificultades financieras que atraviesa, varidos fondos de capital riesgo y otros competidores en el sector de los electrodomésticos están estudiando actualmente la posibilidad de presentar ofertas por alguno de los activos que está en venta o incluso de entrar en el capital.