Retail - Consumo

Los champiñones de Manantial Vilamico buscan una empresa que rescate su cultivo

  • La subida de precios de la energía y las materias primas han golpeado a la empresa
  • La empresa social emplea a personas con problemas de salud mental
Champiñones de Vilamico.

Ángel C. Álvarez
Valencia,

Convertir las naves de una antigua cooperativa de Vila-real en Castellón en una instalación para producir champiñones y lograr la inclusión laboral de personas con problemas de salud mental fue el objetivo con el que surgió Manantial Vilamico en 2020. Una sociedad laboral formada por un centro de empleo especial de Fundación Manantial y 12 de los 19 trabajadores de la propia empresa.

Para ello se puso en marcha la producción en una nave de 2.500 metros cuadrados, que había sido la sede de la Cooperativa Sonavi gracias a la colaboración de la Caixa Rural de Vila-real. Una iniciativa que supuso una inversión de cerca de un millón de euros con apoyo público de distintas administraciones.

Sin embargo, la pandemia y las dificultades de que trajo para la actividad económica primero, a la que se sumó después la fuerte subida de los precios energéticos con la guerra de Ucrania y la fuerte inflación que ha afectado al compost que se utiliza como materia prima han hecho que el proyecto no salga de los números rojos y se considere inviable alcanzar el punto de equilibrio.

Al borde del cierre

Ante esta situación y para evitar incluso los efectos si continúan las pérdidas a los propios socios trabajadores, se ha optado por abandonar la actividad en abril e iniciar un proceso de disolución ordenado.

La última esperanza es que alguna empresa del sector agroalimentario interesada pueda acudir al rescate de la actividad de la compañía, por lo que la propia fundación ha hecho un llamamiento a empresas valencianas que puedan querer entrar en este negocio. El objetivo ahora es ofrecer oportunidades de empleo para las personas con discapacidad por problemas de salud mental grave que han participado en el proyecto, y que han adquirido la cualificación y la destreza que exige la recolección del champiñón durante este tiempo.

Los champiñones cultivados en Vila-real de hecho cuentan con una cartera de clientes en los mercados mayoristas de Mercamadrid y Mercabarna, además del de Castellón, según explican desde la propia empresa.