¿Estamos ante un punto de inflexión en el 'ecommerce'?
Anja Brehm
Llaman al timbre. Un repartidor entrega una caja grande de una marca de moda. Dentro hay un par de tejanos en varias tallas y varias camisas del mismo corte, pero distinto color. El consumidor se lo prueba en la tranquilidad del hogar, al horario que le conviene y lejos de aglomeraciones y colas. Finalmente, solo una de las prendas le convence, así que días más tarde el mismo repartidor vuelve para recoger los productos a devolver. Todo ello a coste 0 por parte del consumidor. Para la marca de moda -y el medioambiente- esa es otra historia.
Hasta hace tan solo unos días esta tónica era ampliamente recurrente. La gran mayoría de las marcas retail y ecommerce daban por sentado que sus consumidores debían tener envíos y devoluciones gratis. ¿Por qué poner potenciales límites a las compras online? Los pocos que cobramos por este servicio éramos la rara excepción.
Ahora parece que ya no estamos solos y que nos encontramos ante un punto de inflexión: Zara ha empezado a cobrar gastos de envío fijos coincidiendo con el inicio de las rebajas; Zalando, Mango, Tendam y ASOS han introducido un pedido mínimo; Uniqlo cobra una cuota en las devoluciones; H&M solo las ofrece gratuitas si formas parte de su club de fidelización...
Apostamos por la solvencia y sostenibilidad de las operaciones, así como concienciar al consumidor de sus acciones. Es por ello que cobramos los gastos de envío y devolución a nuestros miembros
Y es que la situación previa era insostenible. Se estaba aplicando la misma política de tienda de hace 20 años -cuando el comercio electrónico apenas irrumpía y necesitaba un empujón- en pleno boom y consolidación del online: actualmente, según el I estudio Veepee-IESE sobre el futuro del ecommerce, uno de cada cuatro consumidores digitales en España compra al menos una vez a la semana. Esto representa muchos envíos y varias potenciales devoluciones que afectan negativamente las cuentas. De hecho, tal y como informaba este periódico hace unos días, las devoluciones de ropa vendida 'online' suponen para el textil hasta el 4% de sus ingresos por este canal.
En un momento de inflación y en el que un 36% de los españoles prevé reducir su gasto en moda a causa de la crisis, según datos de Kantar, hay que blindar el margen. En este sentido, en Veepee apostamos por la solvencia y sostenibilidad de las operaciones, así como concienciar al consumidor de sus acciones. Es por ello que cobramos los gastos de envío y devolución a nuestros miembros.
El comercio electrónico, como cualquier otro negocio, genera externalidades y nuestro deber como actores del mercado es intentar reducir las de efecto negativo en la mayor parte posible. Las opciones son muchas: uso de energía verde, cargas completas, vehículos eléctricos, mayor uso de puntos de entrega, packagings con materiales reciclados y reutilizables... Y no nos olvidemos de la innovación. Generando nuevos modelos de negocio basados en la economía circular, como nuestro servicio Re-Cycle, damos lugar a nuevos comportamientos.
Está en nuestras manos decidir si convertimos la situación actual en una etapa pasajera o en un punto de inflexión del ecommerce. ¿Nos atrevemos?