La renta fija europea ya sufre la aparición de Marine Le Pen
Cristina García
El escándalo en torno a François Fillon, el candidato conservador, y el miedo a que gane peso Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional que promete sacar a Francia del euro, ha presionado a los bonos del país y contagiado el nerviosismo al resto de 'papel' soberano.
Por si no tenía suficientes obstáculos en el horizonte, la deuda pública se ha topado con una nueva piedra en su (ya tortuoso) camino. La piedra responde al nombre de Francia y está llamada a inaugurar el calendario electoral europeo el próximo 23 de abril. El escándalo que se ha formado en torno a uno de los favoritos en los sondeos -François Fillon, el candidato de la derecha- y el miedo a que gane peso Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional que promete sacar a Francia del euro si gana, ha tensionado a la propia deuda del país y presionado a la del resto de Europa. Tanto es así, que la rentabilidad del 10 años francés ha subido del 0,6 al 1,08 por ciento en un mes, provocando pérdidas mayores al 3 por ciento, y su prima de riesgo ha visitado máximos de hace tres años.
Es solo un ejemplo porque el repunte de los intereses, que se debe a la caída de los precios, se ha producido también en los bonos de España, Italia, Francia, Alemania o Portugal. "Hay bastante consenso en la presión al alza que van a tener los tipos estos próximos meses por los datos de crecimiento, que van consolidándose en Europa, particularmente en el eje Norte", explica Jorge Ceballos, responsable distribución de renta fija de Beka Finance. Y también por el regreso de la inflación. Esta misma semana crecía en España y Alemania al nivel más alto desde 2012 y 2013, respectivamente. Y por si no fuera suficiente para este activo, ahora llega la primera cita electoral prevista para este año en el Viejo Continente, dispuesta a añadir aún más volatilidad.
"Las elecciones en Francia", continúa Ceballos, "pueden ser un condimento más para poner presión al alza, si vence, como algunos parecen indicar, algún partido de los ahora denominados populistas". Una encuesta publicada recientemente por Le Figaro, hecha después de filtrarse que Fillon habría usado fondos públicos para contratar a algunos miembros su familia, revela que Le Pen ganaría en la primera vuelta con el 25 por ciento de los votos y por detrás, muy reñidos, se encontrarían el candidato conservador, con un 22 por ciento, seguido de Emmanuel Macron, con un 21 por ciento. Quedaría una segunda vuelta en mayo.
Si la polémica creada en torno a Fillon provocase su dimisión, "se abriría la puerta a un resultado electoral muy poco favorable para los convencimientos europeístas", considera Enrique Lluva, subdirector de gestión de renta fija de Imantia, que podría tensar aún más el interés de la deuda pública.
En ese hipotético escenario, de mayor convulsión, desde esta gestora estiman que la rentabilidad a 10 años del papel francés podría irse al 1,35 por ciento. Y no sería el único país que sufriría. En ese contexto las ventas podrían llevar a la del español del mismo vencimiento hasta el 1,8 por ciento frente al 1,68 por ciento actual -cotiza en máximos de un año-; hasta el 4,3 por ciento el del portugués y hasta el 2,5 por ciento el del papel italiano, que también tocó su nivel más alto desde 2015 en los últimos días.
La deuda de este país convive, además, con su propia incertidumbre política. Durante la última semana se ha especulado con la posibilidad de que Matteo Renzi (ex primer ministro) vuelva a escena en el caso de llegar a unas hipotéticas elecciones anticipadas en junio. Si finalmente se producen, con la ley electoral actual recién enmendada por el Constitucional, la expectativa es que Italia vuelva a encontrarse en la situación de 2013, cuando, tras las generales, los partidos necesitaron varios meses para ponerse de acuerdo y formar a un Ejecutivo.
¿Una oportunidad de entrada?
En este panorama, no obstante, y a pesar de que existe consenso entre los expertos a la hora de afirmar que la curva de los bonos se empinará más, también coinciden en que se abrirán ventanas de compra puntuales a lo largo del ejercicio. "Tratamos de identificar niveles de inversión no muy lejos de los actuales", explica Lluva. En esa misma línea, Ceballos considera que el mercado, "en sus típicos cambios de ritmo ofrecerá buenas ventanas de entrada en función de eventos macro y más parámetros. La liquidez sigue siendo inmensa y muchos inversores no dudarán un ápice en valorar buenos momentos de entrada y materializar compras".