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Marc Correa: "La respuesta a los desafíos empresariales sigue estando en la formación"

  • Esade cuenta con el mayor porfolio de programas online en español entre las mejores escuelas de negocio del mundo

elEconomista.es
Madrid,

Entrevistamos a Marc Correa, decano de Executive Education de Esade para conocer su visión del mundo empresarial y la educación y saber qué ha hecho la escuela de negocios para, por segundo año consecutivo, volver a liderar el ranking sobre innovación educativa.

La pandemia ha obligado a muchos sectores a reinventarse para sobrevivir. ¿Qué hace Esade para continuar siendo la institución más innovadora del mundo hispanohablante?

En Esade llevamos muchos años adaptando nuestros materiales docentes, dinámicas e infraestructuras tecnológicas para ofrecer a los participantes programas educativos adaptados a cada canal y con la máxima calidad y rigurosidad. En Esade no hemos sido solo eficaces a la hora de adaptarnos a nuevos canales, sino que nos hemos adelantado a las demandas del mercado laboral. Nuestros másteres y programas de Executive Education se actualizan en cada convocatoria para ofrecer a los participantes un itinerario educativo verdaderamente útil para su futuro y para su empleabilidad. Las empresas demandan talento y profesionales con habilidades digitales propias de la 4ª Revolución Industrial. Es nuestro deber ofrecer una formación que cumpla con dichos propósitos.

Por otro lado, Esade cuenta con el mayor porfolio de programas online en español entre las mejores escuelas de negocio del mundo. Hemos actualizado y mejorado la oferta de nuestros programas in/on, donde se combina lo mejor del mundo analógico con lo mejor del mundo digital, con programas de especialización que preparan a los profesionales para que se enfrenten con éxito a los desafíos del actual mercado de trabajo.

En Esade Executive Education hemos adoptado la cultura de la experimentación como herramienta para explorar nuevos terrenos. Por ello, estamos contantemente indagando tendencias, formatos, contenidos y metodologías para lograr que las personas que participan en nuestros Programas obtengan el mayor aprendizaje posible.

¿Es la tecnología la respuesta a todo?

La tecnología es el medio, y la respuesta sigue siendo la formación. De nada sirve tener el software más puntero si el contenido o quien lo dirige no sabe usarlo o explicarlo. Lo mismo sucede a la inversa: ¿de qué sirve tener un gran contenido si no tenemos los métodos de enseñanza adecuados para formar a nuestros estudiantes? Además, el profesorado sigue siendo esencial para guiar, inspirar y estimular al participante o a ese profesional que decide formarse con nosotros porque ve que los puestos de trabajo se han digitalizado y él se ha formado en un mundo eminentemente analógico.

El gran reto que tiene por delante la educación es saber hacer un uso efectivo de la tecnología para que los participantes aprendan mejor. Podemos decir con orgullo que en Esade hemos logrado que nuestros participantes aprendan más gracias al buen uso de la tecnología. Este era un tema que nos preocupaba desde el inicio del proyecto y los datos que hemos recogido durante los últimos años lo confirman.

¿Cree que todos los profesionales, de cualquier edad y sector, pueden actualizar sus conocimientos para adaptarse profesionalmente a la 4ª Revolución Industrial?

No es una posibilidad, es una necesidad. Todos los puestos de trabajo se han visto y se verán afectados, influidos directa o indirectamente, por la tecnología. Esto supone que nosotros, las personas, hemos tenido que aprender a desarrollar nuevas habilidades y destrezas. Y vamos a tener que seguir aprendiendo durante toda nuestra vida profesional para no quedarnos rezagados y saber aprovechar los avances tecnológicos a nuestro favor., tanto los perfiles más jóvenes como los que están en mitad de su carrera profesional o los más veteranos, cuya experiencia y bagaje no pueden quedarse fuera del mercado de trabajo.

La evidencia empírica nos demuestra, y nuestra experiencia lo confirma, que independientemente de la edad o el sector, la actualización de conocimientos, el desarrollo de habilidades y el cambio en la manera de pensar para afrontar las situaciones desde nuevas perspectivas es posible. Quedarse atrás en todo aquello que está relacionado con la 4ª Revolución Industrial, es quedarse fuera.

El mundo empresarial levanta la voz para reclamar más talento digital. ¿Hay un desajuste inevitable entre la formación universitaria y las demandas empresariales?

La universidad tradicional debe actualizarse y replantearse su rol dentro de la sociedad. En unos pocos años, y gracias al desarrollo de metodologías educativas digitales, cualquiera podrá matricularse en una universidad que se encuentre a miles de kilómetros de distancia. Entonces, ¿qué se le va a ofrecer al alumno para que se decante por una en concreto?

Por otro lado, las grandes empresas tecnológicas ya expiden sus propios certificados validando conocimientos y habilidades, y el mercado los acepta y reconoce salarialmente. La universidad ya no es el único custodio del conocimiento; y si, además, ese conocimiento no está adaptado a las necesidades del mercado de trabajo y del propio estudiante, el problema es doble.

El talento digital que el mundo empresarial reclama consiste tanto en el conocimiento de las diferentes tecnologías, como en las implicaciones y posibilidades que estas comportan, las habilidades a ellas vinculadas, así como en intentar pensar "como ellas". El pensamiento

computacional es un ejemplo de ello. Este es el talento que las organizaciones necesitan a día de hoy; y en todas esas direcciones es en las que tenemos que seguir trabajando para poder ser actores relevantes para profesiones, organizaciones y para la sociedad. Si no avanzamos así, no estaremos cumpliendo con nuestro compromiso con el mundo profesional, empresarial y con la sociedad de la cual somos parte.

¿Es la formación permanente una de las claves para que los profesionales afronten con éxito las continuas transformaciones del mercado laboral?

Ya no hay duda de que tenemos que formarnos constantemente. Según el Foro Económico Mundial, se generarán cerca de 150 millones de nuevos empleos tecnológicos en los próximos cinco años. Muchos otros empleos, los que podemos considerar 'tradicionales', se verán afectados por la tecnología, por lo que requerirá de los empleados ciertas habilidades digitales. Inteligencia artificial, internet de las cosas, cloud computing o blockchain son tecnologías que ya debemos comprender e incorporar en nuestros sistemas porque lo más seguro es que terminemos aplicándolas en nuestros puestos de trabajo. Esto no significa que tenemos que aprender a programar en un determinado lenguaje, pero sí familiarizarnos, conocer los entornos y las posibilidades que ofrecen esta tecnología. Solo así aprovecharemos los avances tecnológicos a favor de nuestras empresas. La tecnología es la nueva gramática que directivos y directivas deben dominar. Quien no la domine, se quedará fuera de la conversación.