Pedro Sánchez da la bienvenida a Angela Merkel en el Palacio de los Duques de Medina Sidonia en Sanlúcar
- El presidente sigue la tradición e invita a la canciller a Las Marismillas
Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado este sábado la bienvenida a la canciller de la República Federal Alemana, Angela Merkel, en el Palacio de los Duques de Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) donde mantendrán un almuerzo informal de trabajo.
Sobre las 13.00 horas ha llegado el presidente del Ejecutivo con su esposa al municipio gaditano, donde ha esperado a la canciller y su marido, que han llegado diez minutos después.
Durante la espera, Sánchez ha podido saludar al duque de Medina Sidonia, Leoncio Alonso González de Gregorio, y al alcalde de la localidad, Víctor Mora, así como a los huéspedes del hotel ubicado en el referido palacio.
Por otro lado, una decena de personas de la asociación por la equiparación entre los diferentes policiales (Jusapol) se han concentrado para pedir al Ejecutivo la equiparación salarial "real".
Sánchez y Merkel tienen previsto un fin de semana de trabajo para abordar los temas clave de la agenda europea con especial atención a la migración, "un asunto en el que mantienen un enfoque conjunto", según informó el Palacio de la Moncloa.
Además, hablarán de la reforma de la unión económica y monetaria europea, en la que Sánchez quiere subrayar la necesidad de tener en cuenta el pilar social y las directivas de calidad en el empleo; harán balance de la reciente cumbre de la OTAN y debatirán las posibilidades de reforzar la defensa europea.
Tras el almuerzo en Sanlúcar y la posterior comparecencia ante los medios, comenzará la parte más privada de la visita, en la que los dos mandatarios podrán seguir debatiendo de forma más personal y directa.
Merkel se alojará en la finca de Las Marismillas, donde Sánchez veranea con su familia, y a la que solo se puede llegar cruzando el Guadalquivir desde Sanlúcar o recorriendo 30 kilómetros de playa, en bajamar, desde Matalascañas (Huelva).
Con esta invitación, Sánchez recupera algo que fue tradición en los gobiernos de Felipe González y José María Aznar. El socialista llevó a Las Marismillas al entonces presidente francés, François Mitterrand, al canciller alemán Helmut Kohl o al expresidente de la ya desaparecida URSS Mijail Gorbachov.
Aznar compartió allí jornadas con el entonces primer ministro británico, Tony Blair; el presidente de México Ernesto Zedillo y el de Colombia, Andrés Pastrana, y con el primer ministro marroquí Abderramán Yusufi.
Rajoy no utilizó esta finca de Patrimonio del Estado para las relaciones internacionales, pero también se reunió con Merkel en plenas vacaciones de verano, aunque en Santiago de Compostela. Fue en agosto de 2014 cuando la canciller y el entonces jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, recorrieron a pie un tramo de seis kilómetros del Camino de Santiago y visitaron la Plaza del Obradoiro, antes de mantener una reunión bilateral.
Sintonía
Con la visita, el Gobierno socialista pretende demostrar y a la vez consolidar la sintonía europeísta entre los dos mandatarios. Así, no se espera que la reunión produzca acuerdos concretos, pero sí trabajar en "caminos comunes" e ir consolidando una "masa crítica" de países dispuestos a buscar soluciones europeas en asuntos como las migraciones.
En 2018, España ha superado a Italia en llegadas de inmigrantes por mar. Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), superan las llegadas ya las 24.000 y la provincia de Cádiz, donde Sánchez recibirá a Merkel, es una de las que está en primera línea de acogida de los inmigrantes.
Al puerto gaditano de Algeciras derivó el Gobierno el buque Open Arms, que llegó el jueves con 87 inmigrantes, y en la provincia se han habilitado nuevos centros y recursos de acogida para inmigrantes.
Este viernes, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, ha planteado en una entrevista que los inmigrantes que llegan a las costas españolas, italianas o griegas se repartan entre los países europeos que estén dispuestos a aceptarlos y que quienes no quieran participar en esa estrategia conjunta asuman responsabilidades en otros ámbitos, por ejemplo financiando medidas contra las causas de las migraciones.
Una mano a los países meridionales
De esta forma, ha argumentado, la UE no dejaría "en la estacada" a los países costeros, y a la vez, sería algo "más sensato que "poner constantemente el foco en el hecho de que Europa no habla con una sola voz en el asunto de los refugiados". A su juicio, "no tiene sentido obligar a todos los socios europeos a asumir las mismas responsabilidades cuando tienen puntos de vista fundamentalmente diferentes".
En materia de inmigración, entre los asuntos pendientes de abordar está la reforma del Reglamento de Dublín, que regula la política de asilo o la preparación de la cumbre informal convocada para el 20 de septiembre en Salzburgo por la presidencia austriaca de la UE, uno de los países que más quiere centrarse en el blindaje de las fronteras.
El Gobierno alemán también quiere analizar con el alemán la posibilidad de hacer aportaciones adicionales al Fondo Fiduciario para África, un instrumento al que hasta ahora la UE y los Estados han contribuido con 3.430 millones de euros. De él están saliendo los fondos para los programas de gestión de fronteras, entre ellos los 55 millones para ayuda a Marruecos y Túnez cuyo inminente desbloqueo ha anunciado la Comisión Europea.
El encuentro en Doñana se producirá días después de que los dos Gobiernos hayan formalizado el acuerdo que permitirá a Alemania devolver a España solicitantes de asilo que hayan entrado a la UE por España y a Alemania por la frontera austriaca. Además, permite a España entregar a Alemania a solicitantes de asilo que puedan demostrar reagrupación familiar con ese país.
A ello se comprometió Sánchez con Merkel durante una reunión el pasado mes de junio en Bruselas, en un momento en el que la canciller afrontaba una durísima presión de sus socios de la CSU, la democracia cristiana de Baviera.