Política

Moncloa prevé un adelanto electoral si Puigdemont complica la legislatura

  • Artadi insiste en la independencia y dice que sus votos "son cruciales"
Elsa Artadi. Foto: Efe

Carmen Obregón

Aunque es prácticamente imposible escuchar a un miembro de cualquier Gobierno aceptar un adelanto electoral, el de Pedro Sánchez lo hizo ayer, al negarlo primero, y al admitir después, que "nadie va a resistir más allá de lo razonable, porque sería absurdo". La portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, se refería así a las advertencias enviadas desde los partidos independentistas catalanes, que ayer llegaron a recordar que sus votos son cruciales para la estabilidad del Ejecutivo socialista.

La portavoz del Gobierno de Quim Torra, Elsa Artadi, apuesta por la estabilidad del Gobierno español, pero siempre que la negociación entre los dos ejecutivos encuentre una solución política"; es decir, siempre y cuando se aborde a las claras el tema de la autodeterminación. La consejera de Presidencia fue ayer diáfana: "La estabilidad por la estabilidad no tiene sentido".

El cambio que se ha producido este fin de semana en el PDeCat, cayendo en su Asamblea Nacional el poder de los pactistas -representados por Marta Pascal-, y cediendo la hegemonía a David Bohenví y Marta Nogueras, en nombre de Carles Puigdemont, ha llevado los planes de negociación del Partido Socialista con el Govern al traste.

Los independentistas, sujetos ahora en el Congreso a los deseos de Carles Puigdemont, no están dispuestos a mantener a Sánchez a cualquier precio. La falta de apoyo para la renovación del de RTVE, y ahora el nulo interés porque salga adelante el techo de gasto y el objetivo de déficit, ponen de manifiesto una presión sin descanso.

Con estos mimbres, fuentes del PSOE, consultadas por eE, refrendan también un periodo de Gobierno corto. Dentro del Grupo Socialista hay una corriente a la que ni le gustan los portavoces de Moncloa ni ven rentable las conversaciones con los soberanistas, razón por la que no descartan que una explosión de estas relaciones provoque un adelanto electoral, más aún si la Generalitat anticipa las autonómicas en Cataluña, como apuntan analistas políticos. El PP tampoco parece dispuesto a facilitar a los socialistas su continuidad en La Moncloa. De momento, impedirán que este techo de gasto salga adelante en el Congreso, y lo vetarán con la Ley de Estabilidad Presupuestaria en la mano, en el Senado.

Los populares no creen que las elecciones generales se adelanten al mes de octubre, haciéndolas coincidir con las andaluzas. Ahora bien, sí consideran que se celebren el mismo día que las elecciones municipales, autonómicas y europeas que tendrán lugar, justo dentro de diez meses y un día, el 26 de mayo.