Urdangarin, en prisión: ¿hay privilegio o es la ley igual para todos?

Pasadas las 7:30 horas de la mañana de ayer, Iñaki Urdangarin ingresaba en la cárcel de Brieva, en Ávila, para cumplir su condena de cinco años y diez meses de prisión por el caso Nóos. El marido de la Infanta Cristina, que tenía de plazo hasta el lunes para personarse en un centro penitenciario, eligió una prisión de mujeres, donde dispondrá de una celda de entre 12 y 15 metros cuadrados y otros 25 metros cuadrados de patio en un pabellón en el que no hay más reclusos. El exduque de Palma será el primer penado que ocupe estas instalaciones desde el exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldán, aunque puntualmente se usó en el pasado para confidentes o reclusos calificados como testigos protegidos.

Una polémica decisión que provocó las críticas del secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, quien denunció "trato de privilegio" al cuñado del Rey, porque "no todo el mundo puede ser encarcelado en una prisión de mujeres" con un módulo masculino como ésta, y habló de "corrupción consustancial a la monarquía".

Por su parte, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aseguró horas después del ingreso en prisión de Urdangarin que demuestra que "los tribunales han funcionado" y que "la ley es igual para todos" y justificó que la selección de un centro de mujeres corresponde a una elección personal. También ayer, el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, ingresó en la cárcel Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), tras ser condenado a cinco años y ocho meses por su implicación en el caso Nóos. En su caso, ayer mismo solicitó el indulto y la no ejecución de la pena.

Podría no ser la cárcel definitiva

Ahora se abre un periodo, con un plazo máximo de dos meses, en el que Urdangarin deberá ser clasificados como interno por Instituciones Penitenciarias, que deberá determinar a qué grado se somete para la futura concesión de permisos.

Sin detrimento de que puedan solicitar un indulto o recurrir al Constitucional, ambos tendrán que esperar a la Navidad de 2019 para disfrutar de permisos si, como se espera, son clasificados en segundo grado. Así, se abriría la puerta al tercer grado en aplicación del artículo 100.2, que introduce el principio de flexibilidad.