Política

El PP elegirá candidatos en Madrid en función de Villacís

  • Génova quiere un 'ticket electoral' con Pablo Casado
Cospedal y Sáenz de Santamaría, a ambos lados del nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido. <i>Foto: Efe</i>.

Carmen Obregón

La partida de ajedrez de las elecciones madrileñas, tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad, ha arrancado a un año vista de la cita electoral. En el caso del PP, los primeros movimientos han sido un poco cafeteros, haciendo alusión al lenguaje ajedrecístico, no exentos de cierta agresión, riesgo y poca precisión, si se tiene en cuenta el modo en el que el joven Pablo Casado está siendo tratado por los medios y algunas formaciones políticas por el hecho de ser un protocandidato a Madrid. Ni el caso máster ni el más reciente, el de su título universitario expedido por el CES Cardenal Cisneros, parece que sean un impedimento para ocupar un puesto de salida en las listas municipales y autonómicas, decisión que está por determinar. Génova, en principio, quiere que le acompañe una mujer en el ticket electoral. Una candidata muy potente a nivel nacional (vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; secretaria general del PP, Dolores Cospedal; o la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, entre otros nombres), que junto al vicesecretario de Comunicación frene el imparable ascenso de Ciudadanos en esta región y en su consistorio, y devuelva a los populares su hegemonía de largos años en esta plaza tan importante.

El orden y la posición de los candidatos está por dilucidar. Pero según fuentes populares, dependerá muy mucho del lugar que definitivamente ocupe Begoña Villacís, pues según estas mismas fuentes, hay dudas sobre si Ignacio Aguado acabara siendo el candidato de la formación naranja en las listas autonómicas de mayo de 2019.

Así pues, Villacís se sitúa en el eje de las actuaciones a futuro del PP, sobre todo con el viento a favor de las encuestas de una manera apabullante (salvo en el sondeo de La Razón, que coloca al PP los primeros en el ranking). Aunque, tras el caso fallido de la licenciatura de Pablo Casado, con un exdirector de por medio, Alberto Pérez de Vargas, procedente de C's, y con una retahíla de declaraciones contradictorias, también se estima que la candidata naranja se habría dejado más de un pelo en la gatera, y eso, a la postre, tendría repercusión en las urnas, si bien hoy por hoy es la candidata más consolidada y fuerte de todos los partidos, y la mejor posicionada en la mayoría de las mediciones demoscópicas de los últimos tiempos.

Movimiento de piezas

De momento, el PP en Madrid se reunirá esta próxima semana con el objeto de configurar la nueva dirección, una vez que Cristina Cifuentes ha desaparecido del mapa político y ya no ostenta ningún cargo orgánico. A propósito de ello, Pío García-Escudero, presidente del Senado y desde hace pocos días, nuevo secretario del PP regional, ya ha manifestado que quiere a Pablo Casado en la nueva dirección, al tiempo que lo considera un puntal para el partido en Madrid, lo que le sitúa en una posición más que privilegiada para encabezar cualquier candidatura en esta comunidad. García-Escudero también quiere contar para esta próxima andadura con José Luis Martínez Almeida. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid se ha convertido desde el primer día en un valor en alza, que representa además la imagen refrescante y rival de Ciudadanos que se anhela desde la dirección nacional del Partido Popular. Tanto que su nombre gana enteros y emerge en las quinielas para un papel relevante en las municipales de Madrid. Lo cierto es que la partida de ajedrez en el PP sigue abierta a la espera de los carteles electorales que llegarán pasada la calor, incluido el de Europa -con Cospedal encabezando listas-, y con el partido regional pendiente de una renovación para dar otro aire a la formación presidida hasta hace unos días por Cristina Cifuentes.

La valoración del juego pasa por el movimiento de qué piezas y qué compañeros de viaje, y de fijar quién resta más a quién, añadiendo el nombre también el candidato/a a las europeas que se se celebrarán el mismo día. ¿Quizás Casado a Villacís en el Ayuntamiento? ¿Quizás Casado a Aguado en la Comunidad? ¿Puede que una candidata potente allí donde Casado no sume? O, ¿apostar seriamente por un candidato con mucho tirón para Bruselas? Muchas preguntas y muchas respuestas, que son las que ahora se están cocinado, con la intención de que baje el souffle de la crisis que dejó la dimisión de Cifuentes.

Al morbo de la oferta electoral del PP en Madrid se añaden las vacantes que eso deja a la carrera sucesoria en Madrid, despejando obstáculos a los rivales que tienen series opciones a recoger el testigo de Rajoy. Y esa interpretación no será baladí para comprender quién se queda en Madrid y quién no, aunque estas batallitas nunca le han intersado al político gallego.

A río revuelto...

Así el estado de las cosas, la guerra por el poder político en Madrid queda muy abierta. El PP sabe que Ciudadanos es su principal rival, y al tiempo su único valedor a la hora de hacer alianzas.

En el cuartel del Partido Popular, ni se descartan nuevas informaciones contra sus dirigentes ni tampoco se desaprovechan crisis, como esta última, conocedores del daño que le hace C's que uno de sus afiliados y cara visible en el distrito de Chamartín, el exdirector del CES Cardenal Cisneros, haya contribuido al jaleo periodístico, dejando tras de sí una gestión cuestionable por motivos de distinta índole, en el centro universitario en el que estuvo al frente hasta 2013.