Las claves del auto de Alemania sobre Puigdemont: el 'pinchazo' de la rebelión y tres 'portazos' a la mística independentista
- Los jueces germanos no dan luz verde a una extradición por rebelión
- El auto subraya que Puigdemont no sufre persecución por sus ideas
- "Puigdemont debe ser considerado responsable de la violencia el 1-O"
Patricia C. Serrano
La decisión del tribunal alemán de la región de Schleswig-Holstein, que cierra la puerta a efectuar la extradición de Carles Puigdemont a España por el delito de rebelión, ha supuesto un jarro de agua fría al Gobierno. De ser entregado finalmente a la justicia española, el expresidente catalán sólo podría ser juzgado por malversación de caudales públicos.
Acerca de este segundo cargo del que el juez español acusa a Puigdemont, el tribunal germano ha solicitado más información para su valoración, y se ha mostrado abierto a que sea considerado requisito para ejecutar la extradición.
El delito de rebelión, que implica "la acción de alzarse, violenta y públicamente, con el fin de derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución y declarar la independencia de una parte del territorio nacional", tiene un equivalente claro en el Código Penal de Alemania, denominado "alta traición". Sin embargo, el juez alemán argumenta en su auto que "no se puede aplicar porque no se da el requisito de la fuerza". El escrito judicial establece la comparación con un caso similar, matizando que no es suficiente para entender la existencia de esa violencia "que una persona amenace o utilice la fuerza con el fin de provocar que una institución constitucional se comporte del modo que desea". "En vez de eso, es necesario que la fuerza que está siendo aplicada contra otros presione de tal manera a la institución que ésta se vea obligada a doblegarse contra su voluntad", puntualiza la jueza Frauke Holmer, responsable de resumir el contenido del auto del tribunal de Schleswig-Holstein.
Según fuentes de la Magistratura consultadas por elEconomista, en el procedimiento de una extradición continental, como es el caso de la presente, el país al que se le requiere la entrega no examina la verosimilitud de los hechos que se le imputan al procesado, sólo si concurre una doble incriminación, es decir, que el delito lo sea en ambas naciones. El juez alemán establece en su auto que "los hechos expuestos por el juez español en relación a Puigdemont no serían delito en Alemania". Al no hallar concordancia entre los hechos descritos por el instructor del caso del procès y el delito germano tipificado como alta traición, la extradición en base a la rebelión no puede ser admitida.
'Portazos' de Alemania al ideario independentista
Pese a este 'pinchazo' jurídico para la causa que instruye el juez Llarena en España, la jueza Frauke Holmer destaca tres claves en el auto alemán por las que han pasado de puntillas los independentistas catalanes, ya que desarman parte de su mística en torno a presos políticos, persecución ideológica y el carácter pacifista del proceso secesionista que culminó con el referéndum del 1-O.
En primer lugar, afirma que "Puigdemont, como impulsor y defensor del referéndum, debe ser considerado responsable de los actos de violencia cometidos el día del referéndum".
En segundo lugar, establece que "no existen motivos para creer que Puigdemont, de ser extraditado, podría ser expuesto al peligro de ser juzgado por razones políticas". "La malversación de caudales públicos es un acto criminal concreto del que ha sido acusado Puigdemont, asimismo castigado por la ley alemana, y que nada tiene que ver con sus creencias políticas", concluye.
La jueza Holmer finaliza su escrito admitiendo que "existe el peligro de que Puigdemont trate de evitar el proceso de extradición o la ejecución de la misma". Sin embargo, argumenta que ese riesgo se reduce tras no haber admitido la extradición en base al delito de rebelión, que es el de mayor gravedad y penado con hasta 25 años en prisión en España.