Política

Santi Vila: "El programa político catalán debe pasar por revertir el daño económico"

  • El exconseller de Empresa salió del Govern justo antes de la DUI
<i>El exconseller de Empresa Santi Vila. Foto: Luis Moreno</i>

Cristina Triana

Santi Vila fue el único conseller de Carles Puigdemont que dimitió antes de que el expresidente catalán declarara una independencia "simbólica", según han defendido todos los miembros de la anterior Generalitat en sus declaraciones ante el Tribunal Supremo. Este paso al lado, que le valió el rechazo del área rupturista más dura, da la impresión de que también ha inspirado el título de su último libro De héroes y traidores: El dilema de Cataluña o los diez errores del procés (Península), que se ha puesto a la venta esta semana, en plena polémica por la candidatura a la presidencia de Jordi Sànchez.

En él, Vila desgrana los tensos momentos que se vivieron en los días previos a la DUI. Entre líneas, además, se intuye que es una carta de intenciones sobre lo que defendería si vuelve a la política. Un salto que reconoce que le gustaría dar, cuando se resuelva el juicio en el Tribunal Supremo.

Si empezamos su libro por el final, vamos directos a las soluciones. Entre ellas, cita las tres etapas que propone Iñigo Urkullu: alto el fuego, nuevo equipo negociador y diálogo. ¿Es la candidatura de Sànchez un paso para superar la primera?

Me temo que no, que todavía no estamos ni en la fase del armisticio y del alto el fuego. Fíjese que el terreno está impracticable; con gente en la cárcel, gente en Bruselas, candidatos en prisión, otros acusados... Hay que tomar conciencia de que o nos comprometemos a superar este estadio o será muy difícil normalizar la vida social y política.

¿Qué candidato podría ayudar a dejar atrás esta fase?

Desconozco ahora mismo las negociaciones, porque estoy fuera de los partidos. Sobre la justificación de la candidatura de Sànchez veo dos objetivos. En primer lugar, el de formar un Govern. Hay que hacerlo porque es necesario volver a ocuparse de lo cotidiano y de lo estratégico; de aquello vinculado a la economía, a la sociedad, a la protección de los ciudadanos. Pero también es inevitable que, con lo que se ha vivido y sufrido, el candidato a la presidencia encarne las heridas. No podemos conjurarnos ahora en normalizar las cosas y dejar atrás una serie de problemas crónicos.

¿Qué paso le recomendaría dar ahora a Carles Puigdemont?

Creo que debe tomar plena conciencia de que no podemos quedarnos enquistados con lo que sucedió en 2017 y que entre todos debemos ayudar a buscar una salida.

Usted ha sido muy criticado, ¿empatiza por ello con el expresidente?

En lo humano, lo entiendo profundamente, pero soy crítico con él en libro desde la perspectiva política. Durante las horas en las que el president estuvo a punto de convocar elecciones, le tildaron de cobarde, le tildaron de traidor… luego nos lo han llamado a otros.

Sin la presión en Twitter ¿cree que habría convocado elecciones?

Creo que sí, Twitter fue un elemento muy distorsionador.

¿Ve a Cataluña repetir comicios?

No podemos descartarlo, porque estamos en un momento en que la mayoría no acaba de concretarse.

¿Usted concurriría?

Nada me gustaría tanto, pero sin haber resuelto el tema judicial no me veo en condiciones. Hay que afrontar la querella y defender que mi actuación se produjo de acuerdo a derecho.

¿Lo haría con el PDeCAT?

Creo que hay centenares de miles de catalanes que hoy no tienen representación política. Siendo muy catalanes y muy catalanistas no acaban de ver clara ni una alternativa ni la otra. Nada me gustaría tanto como poder ayudar a configurar una solución, que creo que pasa por la integración de fuerzas. Así, el espacio liberal progresista debe saber articularse y aquí sería un error hacerlo solo desde un vehículo partidista. Hay que hacer un movimiento en el que de nuevo converjan todas las formaciones que son liberal-progresistas. Desde democracia cristiana, los liberales, la antigua CDC, el PDeCAT... Si todo esto se configura bien; el proyecto puede ser ganador. Pero si cada uno va por su lado lo veo difícil. No veo al PDeCAT ganar las elecciones en solitario.

¿Por qué no salió del Govern en julio, cuando abandonaron otros consellers moderados?

Porque estábamos muy comprometidos en hacer posible la movilización del 1-O. Y hacer posible que, en definitiva, los ciudadanos pudieran dar su opinión sobre si Cataluña podía constituirse en un estado propio. Esto era un mensaje político muy fuerte, que luego se podía gestionar políticamente con el gobierno de Madrid.

En aquel momento, tomó la cartera de Empresas, ¿se tuvo en cuenta el impacto económico de la DUI?

En aquel momento algunos intentamos dar confianza y seguridad. Como se ha acreditado ahora, la DUI tenía una componente simbólica y en ningún momento hubo una pretensión de alterar el marco jurídico. A la hora de generar confianza y seguridad todos tuvimos nuestra corresponsabilidad, porque se tomaron algunas decisiones que no sé si contribuyeron a serenar, como la del ejecutivo de Rajoy de permitir una salida rápida solo con la aprobación del consejo.

¿Por qué se elude asumir la responsabilidad de aquellos pasos?

Este tiene que ser el programa político del futuro. La reversión de aquellas medidas traumáticas que se tomaron en un momento tan difícil y regenerar y reconducir todo ello; porque no hay nada irreversible ni irreparable, si nos conjuramos para dar seguridad jurídica.