Política

Puigdemont valora su 'rendición' ante la falta de apoyos y de oferta a la CUP

  • Se reúne en Waterloo con sus abogados y los 'exconsellers' fugados
Carles Puigdemont, expresidente catalán. Imagen: EFE

elEconomista.es

El tiempo corre en contra de Carles Puigdemont. A medida que pasan los días las voces que le piden que dé un paso al lado y que permita la formación de un gobierno efectivo en Cataluña aumentan.

Desde ERC, a partir de que Joan Tardà abriera el debate hace unas semanas, los gestos son continuados: no se le investirá si hay que forzar la legalidad. Desde el PDeCAT, tras un posicionamiento inicial distinto, esta semana Marta Pascal pidió un gobierno dentro de la legalidad y dejó en manos del ex presidente catalán nombrar un sucesor.

Este contexto, y la presión por la aplicación del 155, podría acelerar que Carles Puigdemont decidiera proponer una alternativa y desbloquear la situación. La televisión pública catalana no descartaba que tras las declaraciones de miembros independentistas, previstas para la próxima semana, se pudieran anunciar medidas políticas relevantes. De hecho, citando a fuentes del PDeCAT, insistía en que estas insinuaban que Puigdemont podría dar pistas sobre su futuro político a finales de este mes. Los próximos días serán muy intensos a nivel judicial, ya que declaran Marta Pascal, Marta Rovira, Artur Mas y Anna Gabriel como imputados ante el juez del Supremo Pablo Llarena.

El posible paso al lado del expresidente catalán podría haberse valorado ayer viernes, cuando Carles Puigdemont se reunió en su nueva casa en Waterloo con sus abogados y también con exconsellers fugados en Bélgica. En esta cita, además de la estrategia jurídica, podría haberse planteado el siguiente movimiento del expresidente. En ella estuvo presente Josep Costa, vicepresidente de la Mesa del Parlamento de Cataluña, que según JxCat también se encarga de la defensa de Puigdemont. Según Roger Torrent, de Josep Costa partió la idea de solicitar amparo al Tribunal de Derechos Humanos ante las medidas cautelares impuestas por el Constitucional sobre la investidura de Puigdemont. No obstante, a JxCat no le gustó la iniciativa ante la posibilidad de que el Tribunal Europeo no apoyara a Carles Puigdemont.

Pocas opciones

El tiempo muerto que vive Cataluña resta opciones continuamente a Puigdemont. ERC ya adelantó hace semanas que no asumiría riesgos penales si la investidura no podía ser efectiva y ayer el gobierno español estropeó uno de los ases en las negociaciones del ex presidente con la CUP.

Los votos de los cupaires son necesarios para lograr mayoría absoluta y, según trascendió antes de que la investidura fuera bloqueada por el recurso del gobierno español, el expresidente catalán había ofrecido a la CUP no renovar los conciertos educativos que separan a niños y niñas si apoyaban su investidura.

El consejo de ministros autorizó el viernes que al menos una parte de estos contratos -los que afectan a educación infantil y secundaria- sean renovados. Solamente quedarían pendientes para más adelante los de educación primaria, que vencen en 2020 y que, ahora mismo, serían los únicos que Puigdemont podría ofrecer a la CUP. Otra decisión del Ejecutivo-la de reforzar el castellano en la escuela catalana-también añade presión a Puigdemont. Sin Govern, podría suceder.