Política

El Rey, en Davos: "La lección de la crisis catalana es la necesidad de preservar el Estado de Derecho"

  • "España representa ahora una oportunidad de inversión sobresaliente"
<i>El Rey Felipe VI, a su llegada a Davos. Foto: EFE</i>

Jorge Valero (Davos)

Una España que defiende el Estado de Derecho como "piedra angular" de la democracia y que quiere llevar a Europa hasta una unión política han sido los grandes mensajes del discurso del Rey Felipe VI esta mañana en el Foro Económico Mundial, en Davos (Suiza).

Durante su intervención ha señalado que tras una crisis económica que tuvo "consecuencias dolorosas" para los españoles, España tiene ahora una economía "muy competitiva" y representa una oportunidad de inversión "sobresaliente".

Ante un auditorio a medio llenar y en inglés, el Rey ha usado el éxito turístico español para repasar los grandes logros de nuestro país. Desde su patrimonio histórico hasta el liderazgo en transplante de órganos, que indica la "calidad humana" de los españoles, pasando por la acogida de de millones de inmigrantes llegados en los últimos años sin tensiones xenófobas.

"España ha abandonado hace tiempo clichés y leyendas negras atribuidas a nosotros", ha dicho ante la élite mundial.

Tras sacar brillo a los atributos españoles, el Rey se ha adentrado en los dos temas más políticos que encara la agenda española en casa y en el exterior: la crisis catalana y el futuro de Europa. Las tensiones con el Govern cesado liderado por Carles Puigdemont eran difíciles de evitar, tras haber sido introducido con una referencia a ellas.

"El artículo 155 señala a las fracturas que encara el país", ha señalado el presidente del Foro Económico Mundial, Borge Brende antes de su intervención.

Aprovechando el 40 aniversario de la Constitución, ha destacado el espíritu de solidaridad incluido en la Carta Magna que permitió el mayor periodo de prosperidad de la Historia española.

Y resume que la "lección" que se obtiene de la crisis en Cataluña, "una parte fundamental de nuestra alma y nuestra identidad diversa", es "la necesidad de preservar el Estado de Derecho como piedra angular de la democracia", además del respecto al "pluralismo político".

Haciendo referencia a la aplicación del 155 sin mencionarlo, ha indicado que "las discrepancias políticas deben resolverse según las reglas de la Constitución". "España es un país que aplica la ley"", como así hizo, ha señalado ante la audiencia global.

Y ha recordado que el progreso social y de bienestar conseguido en España ha sido no a través del aislamiento o las divisiones, a través de objetivos comunes.

La limitada presencia de asistentes a su discurso en el auditorio principal del centro de congresos de Davos podría servir como indicación de que la situación española ya no preocupa, ni en el frente económico ni en el politico. O más bien que la cargada agenda, con 70 mandatarios desfilando por el escenario principal, abruma a los 2.500 participantes del mundo de la política y de los negocios, ocupados además en sus encuentros bilaterales de negocios, mesas sectoriales y paneles temáticos.

El Rey ha dedicado la parte final de su discurso una defensa encendida de Europa, en la que no quedó duda de la apuesta decidida de España por la integración de la UE. En un momento en el que el bloque debate sobre la profundización de su corazón, la unión económica y monetaria, el Rey ha defendido el proceso de integración como reflejo de los valores que defiende España, como la paz, la solidaridad y el Estado de Derecho.

"Una cooperación efectiva de la UE es la única solución" a problemas como la tecnología la seguridad o la crisis de la eurozona.

Por esa razón, ha dicho España quiere una "gran transformación de Europa, pero paso a paso, de manera pragmática". "Necesitamos continuar avanzando", ha señalado apuntando a una "una unión política".

"Europa se debe reinventar, y para eso puede contar en España", sentenció.

El discurso satisfizo a los jefes de las empresas españolas presentes en el foro. "Un discurso super bueno", dijo a su salida la presidenta de Banco Santander, Ana María Botín, resumiendo la opinión compartida.