Política
Rajoy ignora la presión de Puigdemont y se aferra a la economía hasta el 21-D
- Moncloa recuerda la situación en la que está Cataluña desde el 1-O
Carmen Obregón
Quedan pocos días para que los partidos políticos entren en la campaña de las elecciones autonómicas catalanas del 21-D. En el caso del Partido Popular, precisamente el partido en el Gobierno, la estrategia -aún por definir en diversos aspectos y también de revelar la presencia o no de los miembros del Gobierno y del mismísimo presidente en Cataluña- se centrará en la gestión económica del Ejecutivo, como eje central de sus discursos, y en la recuperación del autogobierno.
Con Puigdemont huido a Bruselas y el exvicepresidente Junqueras y siete de sus consellers en prisión, el PP ha optado por ignorar esta situación o pasar de puntillas por este problema, subrayando la separación de poderes y mostrando respeto por la decisión de la juez Lamela, aunque esta actuación haya caído como un jarro de agua fría.
Con Xavier García Albiol como candidato, Moncloa considera que no hay mejor bandera electoral que las reformas económicas y las políticas presupuestarias de Rajoy, que nada tienen que ver frente al caos de la gestión independentista con la marcha de más de 2.000 empresas. Ayer, durante el Consejo de Ministros, la titular de Empleo, Fátima Báñez, dio cuenta de los datos de creación de empleo, destacando la posición rezagada en la que se ha instalado la región catalana, a partir del 1-O. Moncloa señala directamente a los responsables del Govern: "No han sido fieles ni al empleo ni a la recuperación. Han mentido a los ciudadanos diciéndoles que con la independencia iban a ser más ricos. Y la verdad es que no tenían ningún planteamiento económico para ello", subrayan. En términos económicos, el informe Báñez señala que mientras en Madrid o en Valencia la afiliación de empleo asciende a 40.000 y 38.000 personas, respectivamente, Cataluña solo consiguió en un mes 1.702 afiliaciones. Y en cuanto al paro, mientras Madrid y Valencia registran alrededor de 1.850 parados más, en Cataluña la cifra asciende hasta los 14.698 nuevos desempleados. Y eso -recordó Íñigo Méndez de Vigo-, por no recordar el impacto "notable" que el 1-O ha tenido en la capacidad hotelera, que justo en el puente del Pilar ha dejado a esta CCAA en la tercera con menos ocupación de España.
Con estos mimbres, parece previsible que el PP y el Gobierno hagan hincapié en el punto final que significa el 21-D para retornar "a un proceso de estabilidad".
Desde un papel institucional, remarcan que lo que ahora importa es que las elecciones sean transparentes, legales, y con ellas se acaben el deterioro social y económico en Cataluña. Más allá del 21-O, "predecir es muy difícil, sobre todo el futuro", dijo un Nobel.