Política

Sanchismo 2.0: el juego de los imanes en el resurgir de Pedro Sánchez

  • A un día del Congreso en el que el 'sanchismo' instaurará la ansiada paz
  • Este fin de semana Sánchez nombrará solemnemente a su nueva dirección
  • No faltará al convite socialista algún superviviente del naufragio andaluz
<i>Pedro Sánchez. Foto: Efe</i>

Carlos Mier

Seguro que si a Pedro Sánchez le hubiesen dicho cómo iba a acabar finalmente el partido aquel largo y fatídico primero de octubre en el que vio cómo su cabeza rodaba por el suelo de Ferraz hubiese soltado una de esas graves y profundas carcajadas a las que nos tiene acostumbrados. El caso es que, poco más de ocho meses después, las fregonas terminan de limpiar los restos de sangre de las paredes del feudo socialista para celebrar un esperadísimo Congreso en el que el 'sanchismo' instaurará la ansiada paz interna dejando atrás las enconadas cuitas internas que tanto han dado que hablar en los últimos tiempos y que han sido cercenadas de raíz a golpe de voto militante. Al menos de momento.

Este fin de semana Sánchez nombrará solemnemente a los integrantes de su particular mesa redonda, un grupo de acérrimos afines que ya maduran de haber estado en las duras. Adriana Lastra, José Luis Ábalos, Cristina Narbona y Óscar Puente serán las esperadas puntas de lanza del refundado proyecto de Sánchez, libre de lastres tras su victoria parricida sobre una Susana Díaz que relame sus heridas en San Telmo.

Aunque Roma no pague traidores, tampoco faltará al convite algún superviviente del naufragio andaluz, como el camaleónico Guillermo Fernández Vara, que para cada situación tiene un halago y que ahora seguro conocerá a la líder andaluza solamente de verla por la tele. La del presidente extremeño será una de las excepciones "integradoras" que ha concedido Sánchez, junto a la de Patxi López, rival en primarias pero por lo visto experto en lides plurinacionales, aun habiendo puesto en duda el conocimiento del líder sobre lo que tiene que ser una nación. Cosas de la vida, el exlehendakari será el encargado de diseñar la hipotética búsqueda de una salida al problema catalán como secretario de Política Federal.

Imanes

Poco durará la alegría en casa del socialista. A partir del lunes, al pretendido resurgimiento del PSOE en manos de la militancia se le acabarán las excusas y tendrá que hacer valer el lema que lucirá en el 39 Congreso del partido: 'Somos la izquierda', con especial atención al artículo determinado. Con todas las fichas repartidas, comenzará la construcción del particular relato político del nuevo 'sanchismo', en contraposición al resto de líneas argumentales que a buen seguro tejerán las demás formaciones.

Tras la moción de censura versión 'demo' de esta semana, que por mucho que se quiera presentar como una victoria de Rajoy no ha sido más que el paso previo para nuevas trifulcas, el PSOE buscará meter codo como oposición real e invertir la carga de la prueba asegurando que si no se encuentra una mayoría alternativa es por la incompatibilidad de caracteres de sus colegas de oposición. Pablo Iglesias ejercitó la lengua durante horas subido a un atril no tanto para tratar de echar abajo el gobierno del PP -cercado por la corrupción pero empujado por la mejoría económica- como para insistir en la idea de que los números dan, que esto solo es una cuestión de voluntad política.

Con la opción del pacto con nacionalistas descartada por el momento, como se apresuró a ratificar este jueves el portavoz socialista José Luis Ábalos, lo que queda es lo mismo de siempre. Poner de acuerdo a Podemos y Ciudadanos. Jugar con dos imanes sabedor de que jamás se unirán. Y todo ello desde un refugio extraparlamentario -Sánchez dejó su escaño- que le restará foco pero que obligará a los demás partidos a referirse al líder socialista en tercera persona desde la tribuna parlamentaria.

Sánchez ya tiene su 'Pax Romana' de puertas para adentro. A partir de ahora, y como dijo Séneca, la vida, en este caso la vida política, es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.