Política

El plan de Puigdemont: referéndum el 1 o el 8 de octubre y 'falsas' primarias en el PDeCAT

  • Nadie en el soberanismo quiere dar un paso atrás el primero
<i>El presidente catalán, Carles Puigdemont. Foto: EFE</i>

elEconomista.es

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, estaría sopesando celebrar el referéndum independentista catalán el 1 o el 8 de octubre. Una cita que convocaría a principios de septiembre, para insuflar ánimos al soberanismo en vísperas de la Diada.

Según informa el diario ABC, Puigdemont contemplaría esta hoja de ruta para salir del atolladero en que se ha metido el 'procés' después de que en las últimas semanas se haya agrandado la división entre soberanistas precisamente por los términos de celebración de la consulta. Una división que ha dejado rifirrafes entre el PDeCAT y ERC, principales columnas de la alianza gobernante en Cataluña, JxSí.

El plan del presidente catalán pasaría por convocar este referéndum en octubre, cuya celebración no permitiría el Ejecutivo central, y asumir el reguero de inhabilitaciones que la Justicia española impondría a los artífices del mismo, entre ellos el propio Puigdemont.

Precisamente por eso, el PDeCAT sopesaría hacer dimitir a los consellers Neus Munté y Santi Vila con la excusa de que se presentarían a las primarias de la formación para las elecciones al Ayuntamiento de Barcelona. Lo que se conseguiría, sin embargo, es preservarlos como posibles candidatos a la Generalitat en las elecciones autonómicos que llegarían ante la imposibilidad de celebrar el referéndum.

Estos pasos de Puigdemont, quien ya anunció hace tiempo su determinación a no continuar en el cargo y a no revalidarlo, quedan a la espera del movimiento de ajedrez que decidan ERC y su líder, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.

Desde ERC temen que esta convocatoria de referéndum suponga la inhabilitación de Junqueras, su máxima baza electoral en esas autonómicas a las que nuevamente se conferiría el estatus de elecciones plebiscitarias para la independencia. No obstante, también se teme que un paso atrás en este sentido merme la imagen del partido como principal motor de la consulta ante las dudas que puedan surgir en el seno del PDeCAT.

De hecho, hace días desde el PDeCAT se puso en duda una nueva alianza de JxSí y se apuntó a que ERC estaría cómoda en un tripartito de izquierdas con los Comuns de Ada Colau y el PSC. Una posición a la que un Junqueras puntero en las encuestas en Cataluña no es ajeno.

El principal escollo es que nadie ahora mismo en el movimiento soberanista catalán parece dispuesto a echar el freno o dar un paso atrás ante un referéndum que no se puede celebrar, ya que el Estado no va a permitirlo de ninguna de las maneras y los partidarios de la independencia no aceptarían otro sucedáneo participativo como el del 9N.

A toda esta problemática se une la postura radical de la CUP, que no quiere esperar tanto y pugna porque en junio estalle la situación y se impulse el referéndum unilateral y la consecuente independencia.