Política

Un segundo grado flexible: la opción de la Generalitat para dar libertad a los condenados del procés

  • El "principio de flexibilidad" evitaría el riesgo de que se rechazara el 3er grado
  • Es el mismo precepto que se aplicó a Oriol Pujol tras denegarse la otra vía
Quim Torra. Foto: Efe

María Medinilla

La posibilidad de que los nueve líderes del procés condenados a prisión por el Tribunal Supremo puedan disfrutar de cierta libertad más pronto que tarde es una realidad amparada por el Reglamento Penitenciario en la que piensa el Govern. En Directo | Reacciones y protestas por la sentencia del procés.

El cumplimiento de la condena en cárceles catalanas otorga a Serveis Penitenciaris la potestad de decisión sobre el régimen en el que los acusados por sedición cumplirán las penas al ser una competencia transferida a la Comunidad autónoma. 

Existen tres grados penitenciarios: el primero marca un régimen de aislamiento, el segundo, para el régimen ordinario y el tercer grado, de condición en semilibertad. En este caso, el debate está entre el segundo y el tercero. 

La problemática que la Generalitat encontraría en caso de decantarse por el tercer grado sería el muro de la Fiscalía, que tras la negativa del Supremo de 'vetar' tal opción, sí se opondría a la concesión de la medida y presentaría un recurso que aunque rechazara el juzgado de Vigilancia Penitenciaria tendría también que pasar el filtro del Supremo en última instancia.

Sin embargo, Quim Torra tendría la opción de sortear ese laberinto acogiéndose al artículo 100.2 del Régimen Penitenciario que introduce el "principio de flexibilidad, adoptando respecto a cada penado un modelo de ejecución en el que puedan combinarse aspectos característicos de cada uno de los grados de clasificación". Es decir, que dentro del régimen ordinario las cárceles podrían decretar los beneficios propios del tercer grado que consideraran oportunos, pues el artículo es poco específico en cuanto hasta dónde se puede extender su carácter flexible. De este precepto disfruta Oriol Pujol después de que se rechazara el tercer grado.

¿Trasladarles fuera de Cataluña?

Pablo Casado ha pedido a Pedro Sánchez medidas en este sentido. El líder del PP ha apostado por prevenir ante la posibilidad de que el Gobierno de Torra deje en libertad a los nueve condenados a prisión y ha instado al presidente en funciones a que active el traslado de los presos a cárceles fuera de Cataluña.

Cabe recordar que cuando el juicio quedó visto para sentencia en junio, el tribunal que dirigió el juicio dio vía libre para que los presos volvieran a las cárceles catalanas después de haber sido desplazados a Madrid durante los cuatro meses que duró el proceso.

En los Desayunos Informativos de Europa Press, Casado ha apostado por impedir la excarcelación de los presos y ha aprovechado para anunciar que si llega al Gobierno, recuperará la competencia de Prisiones cedida a Cataluña por el Gobierno de Felipe González en 1983.

Prisiones apuesta por regular el 100.2

Desde Prisiones, el director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, apostó a finales de septiembre, tras el caso de Oriol Pujol, por reformar la Ley Orgánica 1/1979 para regular aspectos como ese régimen flexible que posibilita el artículo 100.2.

Ortiz, durante la entrega de medallas al mérito penitenciario, apostó por "adaptar ese texto a las modificaciones del Código Penal que afectan a las excepciones del régimen general de cumplimiento, la nueva regulación de la prisión permanente revisable y la libertad condicional".