Política

Un funcionario de Cádiz pasa entre 6 y 14 años sin ir a trabajar, pero cobrando, y ahora pide clemencia al 'Kichi'

    José María González, el 'Kichi', alcalde Cádiz. <i>Imagen: EFE</i>

    EcoDiario.es

    No es un tópico de la España de pandereta. En un hecho real que ha sido constatado tras una resolución judicial que obliga a un funcionario del Ayuntamiento de Cádiz a pagar una multa de algo menos de 30.000 euros, por haberse pasado entre seis y 14 años sin acudir a su puesto de trabajo, y cobrar religiosamente todos los meses. Eso sí, durante todo ese tiempo leyó al filósofo racionalista Baruch Spinoza. Hoy, jubilado anticipado, pide clemencia al alcalde la Tacita, José María González, el 'Kichi', para no cumplir la pena económica.

    Año 1998. El Ayuntamiento de Cádiz firma un convenio con la Empresa Municipal de Aguas de la ciudad, lugar en el que recala el funcionario ausente, como se le conoce la bahía gaditana. Años atrás, en 1992, el protagonista de esta historia abandona su carrera en Dragados y es contratado por un consistorio socialista como director técnico de Medio Ambiente.

    Al cabo de unos años -relata El Diario de Cádiz-, JVC, cuñado del histórico dirigente socialista, Fermín del Moral, pasa a trabajar a estas nuevas dependencias, en las que incluso llega a construirse un despacho de paredes de crital.

    En el lugar concreto -la estación de bombeo de aguas, 'La Martona', conocida popularmente por ese nombre porque los funcionarios decían que allí se vivía como los futbolistas españoles en la Finca La Martona durante el Mundial de Argentina de 1978-, nadie sabía nada de él. De hecho, reinaba la confusión. Aguas de Cádiz creía que había acabado su trabajo y se había trasladado al Ayuntamiento; y por parte del Ayuntamiento, que aún seguía trabajando en La Martona.

    Pero un cambio en la Concejalía de Personal da al traste con la vida contemplativa de este funcionario experto hoy en las ideas del pensador Spinoza. José Blas Fernández, el edil en cuestión, empezó a hacer pesquisas hasta el punto de descubrir en 2010 la ausencia de este trabajador, y llegar a derribar el despacho a la espera de que diera señales de vida.

    La excusa del funcionario, una vez destapadas sus eternas vacaciones, fue la de los largos enfrentamientos entre la Junta y el Ayuntamiento acerca de estas infraestructuras. "Decidió irse a casa y esperar a que hubiera alguna solución y se le comunicara", recoge El Diario de Cádiz.

    La historia concluye -aparentemente- con la sentencia del trabajador que tendrá que pagar 26.920,93 euros, el sueldo de un año, y el máximo exigible por la legislación. Paradojas de la vida, la suspensión de empleo y sueldo le vino cuatro meses más tarde, cuando el funcionario se acogió a la jubilación legal anticipada.

    Todavía hoy el edil del equipo de Teófila Martínez, José Blas Fernández, recuerda que el consistorio gatino estuvo a punto de entregarle una placa por anos de servicio.

    Conocida la sentencia, el funcionario ha solicitado al actual alcalde Cádiz, José María González, el 'Kichi', que le exima de la pena de pagar al Ayuntamiento la multa.