País Vasco

La banca valida el plan industrial de Celsa

    Acceso a la planta de Nervacero, en Trapagaran (Vizcaya)

    efecom

    Barcelona, 9 nov (EFECOM).- Celsa, el primer grupo siderúrgico español, ha obtenido la valoración positiva de la banca a su plan industrial, que prevé la construcción de una nueva planta de laminación en Bayona (Francia) e inversiones en la planta de Nervacero (Bizkaia) para mejorar su eficiencia.

    Este plan "garantiza la viabilidad y rentabilidad de todas las plantas productivas" de la compañía, que actualmente cuenta con más de 9.100 empleados directos e indirectos y está presente industrialmente en Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Noruega, Polonia, Suecia y Reino Unido.

    En este sentido, la multinacional prevé medidas como la inversión en una planta de laminación en Bayona que permitirá reducir los costes de transporte y dinamizar su actividad, según ha informado en un comunicado.

    También contempla inversiones en la planta de Nervacero, que considera "un centro importante" dentro del grupo, como lo demuestra el hecho de que en los últimos meses se han llevado a cabo inversiones para mejorar el horno de la acería e incrementar así su eficiencia energética y su productividad.

    La segunda fase de este proyecto está prevista para el verano de 2017, asegura Celsa, que está analizando nuevas inversiones para mejorar la eficiencia de esta fábrica, "muestra de su importancia como centro de producción y de la voluntad del grupo de mantener la actividad y las operaciones en la misma".

    La compañía propiedad de la familia Rubiralta subraya que el plan estratégico, validado por KPMG, consultora contratada por la banca acreedora, forma parte del plan de negocio 2016-2021, diseñado para mejorar la competitividad del grupo mediante mejoras operativas, de productividad, logística y de compras.

    En este sentido, Celsa explica que el plan estratégico "no se basa en una mejora de precios o del consumo del mercado siderúrgico español o europeo", sino que se fundamenta en mejoras de gestión y de desarrollo del modelo de negocio.

    La empresa, además, espera cerrar "en el corto plazo" un acuerdo con las entidades bancarias del plan financiero.

    "El plan financiero en vigencia vence el 7 de junio de 2018 y tanto Celsa Group como las entidades financieras están trabajando, con mucho tiempo de anticipación, en un nuevo plan coherente para el período 2016-2021", ha señalado la compañía en un comunicado.

    Celsa Group espera cerrar el ejercicio 2016 con una reducción de su deuda a largo plazo de 120 millones de euros y cumplimiento con todos sus compromisos financieros.

    De cara a 2017 las perspectivas son positivas, puesto que espera un ligero crecimiento del consumo de productos largos de acero en España y en Europa.

    Asimismo, añade Celsa, el grupo se beneficiará de las mejoras de productividad y de gestión conseguidas durante 2016, así como de las que pondrá en marcha en 2017. EFECOM