2021: fin a la odisea de las transferencias vascas
- Las negociaciones avanzan más en dos meses que en 41 años
Maite Martínez
Bilbao,
Tras 41 años de un largo e interrumpido viaje para completar el Estatuto de Gernika, -un objetivo que ha encontrado titánicos obstáculos en diferentes gobiernos de distintas ideologías-, el presente 2021 es el año en el que, por primera vez, se empieza a vislumbrar el principio del fin para lograr materializar estas cesiones al País Vasco, 'congeladas' durante más de cuatro décadas.
Y es que, en lo que va de ejercicio el ritmo de las negociaciones se ha acelerado y se han producido ya casi más encuentros en dos meses que todos los mantenidos anteriormente. Es más, en una semana, desde el viernes 26 de febrero hasta el viernes 5 de marzo, representantes de Gobierno central y vasco se han encontrado hasta en cuatro ocasiones, cuatro días de reuniones para agilizar las materias pendientes de traspasar. Pero la cita clave que impulsó la maquinaria fue la que se produjo entre Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu el pasado 25 de enero en Madrid.
De esta manera, Sánchez cumple el compromiso adquirido con el PNV, por su apoyo primero en la moción de censura a Mariano Rajoy y después en la formación del Ejecutivo y posteriores iniciativas del mismo.
Cierto es que en más de una ocasión el presidente de la formación jeltzale, Andoni Ortuzar, le ha tenido que 'recordar' que ejecutara su palabra, pero los logros obtenidos con el actual presidente de España son ignotos: Euskadi cuenta con un calendario y cronograma para todos los traspasos pendientes, todos incluido el de la gestión del régimen ecónomico de la Seguridad Social.
Autonomía financiera
Aunque es el más complicado de ejecutar por la polémica sobre la ruptura de la 'caja única', el Ejecutivo de Iñigo Urkullu cuenta, por primera vez, con el acuerdo de que se estudiará con la vista puesta en su ejecución futura. Así, la demanda histórica del PNV, que supondrá un gran avance en la autonomía financiera vasca, llegará a materializarse, aunque se hará esperar debido a los retrasos acumulados con el resto de los bloques por causa de la pandemia.
En concreto, esta materia se recoge en el tercer y último bloque pactado y el inicio de los estudios sobre esta gestión de la Seguridad Social se fija para noviembre de 2021 y se prevé concluya en mayo de 2022.
El acuerdo cerrado sobre la cesión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a Euskadi, se consideró por los nacionalistas como un primer paso de cara al traspaso del régimen económico de la Seguridad Social. Pero el IMV también suma retrasos por diversos problemas técnicos, según el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ya que estaba previsto para el 31 de octubre de 2020.
Respecto a este Ingreso Mínimo, la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, se reunió el pasado viernes con Escrivá para consensuar avances sobre la materia y éste le aseguró que el proceso será rápido.
Acordaron crear un grupo de trabajo mixto para que esta prestación se integre con la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) vasca. Precisamente, uno de los principales escollos para el arranque de la cesión es que el IMV requiere un contraste de renta y patrimonio con las haciendas, pero que ya se está a punto de solucionar, dijo Escrivá.
Relacionado con este bloque de traspasos previsto, según el calendario pactado, para finales de este marzo, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, acudió a Vitoria a departir sobre la transferencia de Prisiones con el vicelehendakari, Josu Erkoreka, el viernes 26 de febrero. Esta visita fue inmediatamente devuelta el lunes 1 de marzo, con un encuentro en Madrid entre Josu Erkoreka y la vicepresidenta, Carmen Calvo, como antesala de la reunión del 3 de marzo entre la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, y el ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta.
Un devenir de vertiginosas idas y venidas que han puesto de manifiesto que las relaciones bilaterales entre el Gobierno central y el vasco se han reactivado.
Durante el encuentro celebrado entre Iceta y Garamendi se revisaron las transferencias pendientes, tanto del primer bloque que deberían materializarse antes de abril, como algunas del segundo bloque, previstas para finales de este año, como Inmigración y líneas ferroviarias de cercanías.
Sobre el primer bloque, el traspaso de prisiones está muy avanzado y cuando se complete el Gobierno vasco asumirá la organización, régimen y funcionamiento de las prisiones de Zaballa (Álava), Basauri (Bizkaia) y Martutene (Gipuzkoa), donde hay recluidos 1.300 presos y trabajan unos 600 funcionarios.