País Vasco
Sánchez se gana al PNV al flexibilizar el parón productivo y logra su apoyo en el último decreto
- Recupera así la confianza del partido jeltzale, que apoyará su último decreto
Maite Martínez
Bilbao,
Tras una semana convulsa en las relaciones entre el Gobierno central y el PNV, las aguas han vuelto a su cauce. El presidente Pedro Sánchez ha mantenido sendas conversaciones con el lehendakari Iñigo Urkullu y con el presidente de la formación nacionalista, Andoni Ortuzar, con las que parecen haberse solventado las diferencias entre ambos Gobiernos. Éstas eran, básicamente, las originadas a causa del decreto de paralización de las actividades no esenciales.
La decisión unilateral adoptada por Moncloa de parar las actividades productivas no esenciales, sin tener en cuenta las peticiones del Ejecutivo vasco de adecuar el decreto a la realidad productiva de cada autonomía, enfadó a la formación política que dirige Andoni Ortuzar desde el primer minuto.
La dirección del PNV y el lehendakari Iñigo Urkullu mostraron sin cortapisas su decepción con Sánchez ante la falta de diálogo y comunicación con las comunidades autónomas, de forma previa a tomar esta decisión. De hecho, el partido que lidera Andoni Ortuzar anunció que se replantearía el apoyo a los decretos futuros.
El valor de seis escaños
Consciente del valor que tienen los seis escaños de la formación jeltzale para apoyar las iniciativas del Ejecutivo estatal, el primer paso de Pedro Sánchez para recuperar su confianza fue flexibilizar las medidas adoptadas, lo que permitió el mantenimiento de la actividad de instalaciones industriales importantes para la economía vasca como la siderúrgica, entre otras.
Así, compañías como ArcelorMittal, Sidenor, Tubos Reunidos o Tubacex reanudaron su producción bajo mínimos y en condiciones de seguridad para sus trabajadores.
Aún así, el PNV decidió dar un toque de atención a Sánchez. El partido nacionalista votó a favor de la propuesta del Grupo Popular en la reunión de la Mesa del Senado, para convocar una reunión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas para debatir sobre la crisis del coronavirus. Los nacionalistas vascos no respaldaron la posición del PSOE, que afirmaba que la convocatoria no era posible jurídicamente.
Quizás por esta razón, Pedro Sánchez entendió que tenía que dar más mimos al PNV para restablecer su resentida confianza.
Así, el siguiente tanto que se ha apuntado el presidente del Gobierno de España para reconducir la situación con el partido nacionalista ha sido las conversaciones telefónicas mantenidas con el lehendakari Iñigo Urkullu y con el presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB), Andoni Ortuzar.
Andoni Ortuzar ha agradecido al Gobierno central que escuche al PNV y al Ejecutivo vasco
Tras estos contactos, Ortuzar ha agradecido que el Gobierno central "empiece a cambiar sus formas" y que escuche al Gobierno vasco y al PNV.
Días antes el EBB había avisado a Sánchez que "un Gobierno en minoría debe saber, por mucho estado de alarma que esté en vigor, que sigue en minoría y debe tener muy presente por qué está donde está, y gracias a quien está donde está".
El partido nacionalista decide hoy lunes su voto sobre el nuevo decreto tras la reunión de su directiva, pero todo parece apuntar que tras el cambio en la gestión de la crisis "más coordinada y acordada", según declaraciones de Andoni Ortuzar, la formación mantendrá su "lealtad" con el Ejecutivo central.
Necesidad de prolongar
De hecho, el lehendakari Iñigo Urkullu expresó ayer domingo en la conferencia de presidentes de comunidades autónomas, promovida por el presidente Sánchez, que comparte "la necesidad de prolongar el estado de alarma hasta el 26 de abril", pero reclamó elaborar "un plan de vuelta a la normalidad de forma compartida".
Urkullu considera que es necesario un plan de vuelta a la normalidad que permita salir del confinamiento y la inactividad de forma escalonada y, por ello, defiende la elaboración de forma compartida con las comunidades autónomas.
El lehendakari señaló a Sánchez que el Gobierno vasco se ofrece para colaborar en la tarea y considera que ese plan tiene que constituir "una puesta en común que permita tener en cuenta las necesidades y circunstancias diversas en que nos encontramos".
Urkullu aprovechó también para comentar las últimas decisiones adoptadas sobre las políticas activas de empleo, ya que el Ejecutivo de Sánchez ha establecido eliminar las partidas de las comunidades autónomas destinadas a esas políticas en materia de formación. "Esperemos no nos volvamos a encontrar en un ámbito de discusión", dijo, aunque mostró su confianza en que se pueda "reconducir la situación".
Contracción de la economía vasca
Las consecuencias económicas provocadas por el coronavirus en Euskadi ya tienen su reflejo en el ajuste de las previsiones para este ejercicio. El Gobierno vasco ha rebajado de forma notable sus previsiones para 2020 -fijadas en un crecimiento del PIB del 1,9%- y augura una contracción de la economía vasca de un 3,6% y una destrucción de 17.400 puestos de trabajo. No obstante, espera una "importante recuperación" en 2021, con un crecimiento del PIB estimado de un 2,6% y la creación de 15.000 empleos, según el Ejecutivo vasco.