Opinión
¿Quién quiere que Ucrania provoque una guerra nuclear?
- Ucrania atacó aeródromos militares dentro de la Federación de Rusia el 1 de junio de 2025
Jorge Cachinero
Ucrania atacó aeródromos militares dentro de la Federación de Rusia el 1 de junio de 2025, víspera de la segunda reunión del año entre las delegaciones rusa y ucraniana en Estambul. Los objetivos fueron aeropuertos rusos en las regiones de Múrmansk, en el norte, de Ivanovo y de Riazán, en el centro, y de Irkutsk, de Siberia y de Amur, en el este.
La acometida sincronizada utilizó drones con visión de primera persona que fueron activados y lanzados desde terrenos próximos a dichos aeropuertos.
El ministerio de Defensa de Rusia adelantó que los efectos de la agresión son limitados, ya que fue repelida en todos aquellos aeropuertos, con la excepción de la ocurrida en Irkutsk, donde algunas aeronaves se incendiaron.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, afirmó con posterioridad que dichos aviones afectados no superaron la media docena y que algunos de estos estaban fuera de uso por antiguos. Ninguno de los incidentes causó daños irreparables, importantes o víctimas.
Zelensky activó inmediatamente sus divisiones de propaganda para describir el carácter "histórico" de la operación, lo mucho que se había invertido en su ejecución y lo maltrecha que quedó la aviación estratégica rusa, es decir, la que cuenta con capacidades nucleares.
El responsable de la realización de esos actos fue el Servicio de Seguridad Interior de Ucrania (SBU), cuyo jefe es Vasily Malyuk.
Los medios de comunicación occidentales actuaron como voceros inconscientes de la intoxicación ucraniana sobre la dimensión de estos hechos, sin reparar en las graves consecuencias que podrían provocar realmente.
Dos son los factores críticos de contexto a los que nadie quiere prestar atención en Europa de forma irresponsable, cuando no, suicida.
El primero es el Nuevo Tratado START entre Estados Unidos (EE. UU.) y Rusia sobre medidas para la reducción y la limitación de armas estratégicas ofensivas, que entró en vigor el 5 de febrero de 2011 y que fue prorrogado hasta el 4 de febrero de 2026.
Esta versión nueva del START refuerza la seguridad nacional de EE. UU. y de Rusia al imponer límites verificables para todas las armas nucleares de alcance intercontinental desplegadas por cualquiera de los dos países.
Los sistemas de verificación y de transparencia del START nuevo que obligan a las partes son complejos y detallados.
El START nuevo exige notificaciones mutuas continuas sobre el estado, "desplegado o no desplegado", y "la asignación de bases o instalaciones de todos los vectores estratégicos y lanzadores", es decir, de los bombarderos de las Fuerzas Aéreas respectivas.
Estas notificaciones no aplican a los misiles terrestres móviles o a los basados en submarinos nucleares.
Los bombarderos rusos atacados por Ucrania estaban aparcados a la vista de los satélites estadounidenses en cumplimiento de esos sistemas de verificación, como lo están los de EE. UU. ante los ojos de los de Rusia.
El segundo factor preocupante surge de la revisión de la doctrina nuclear de Rusia, que su gobierno realizó el 19 de noviembre de 2024 y plasmó en el documento "Fundamentos de la política estatal de la Federación de Rusia en el ámbito de la disuasión nuclear".
Estos cambios en su doctrina nuclear amplían las condiciones en las que Moscú usaría su arsenal nuclear.
La "recepción de información fiable sobre el lanzamiento masivo de armas de ataque aeroespacial (…) y su cruce de la frontera estatal de la Federación de Rusia" es uno de esos escenarios nuevos que se han incorporado a la doctrina nuclear rusa.
Un ataque a gran escala contra Rusia con misiles convencionales, drones o aviones podría cumplir dichos criterios para una respuesta nuclear.
Asimismo, cualquier agresión contra Rusia por parte de un Estado no nuclear, si está respaldado por una potencia nuclear, será considerado como un ataque conjunto de ambos.
El gobierno ruso declaró que está investigando todos los detalles de esos ataques.
¿Qué hará Rusia en el caso de que identifique que la operación de los drones ucranianos contra los bombarderos nucleares rusos, en territorio ruso, fue, por ejemplo, instigada, preparada, entrenada o supervisada por el MI6 británico?
La Federación de Rusia está obligada a proteger su capacidad de disuasión, su presidente, Vladimir Putin, se lo ha comunicado al presidente de EE. UU., Donald J. Trump, y éste quiso que se supiera públicamente que no se opone a la respuesta de Moscú.