Opinión

Rompiendo barreras: mitos que frenan el crecimiento de las pymes

  • Al obtener financiación a través del mercado de valores, la empresa reduce su dependencia de los créditos bancarios

Sandra Daza, Antonio Fernández, Javier Mateos
Madrid ,

Durante demasiado tiempo, muchas pequeñas y medianas empresas han considerado a la Bolsa como un terreno inaccesible. Sin embargo, hoy en día, cotizar en los mercados alternativos es una oportunidad real y viable para muchas de ellas que buscan crecer, ganar confianza y consolidar su presencia en el mercado. La razón de esta percepción errónea radica en varios mitos relacionados con el acceso y la manera de realizar el proceso, que han prevalecido a lo largo del tiempo y que todavía suponen un freno para que muchas empresas se atrevan a dar ese paso.

La primera de estas creencias sería: "cotizar es muy caro". Es cierto que salir a bolsa conlleva costes. Se requiere un asesoramiento legal, fiscal y financiero, una auditoría contable y, además, hay procesos administrativos que cumplir. No obstante, estos costes son hoy mucho más asumibles de lo que la mayoría de los empresarios cree. Los mercados de valores diseñados para PYMEs han simplificado sus requisitos y procedimientos, reduciendo significativamente la barrera económica de entrada.

Además, los asesores han ajustado sus servicios y honorarios para alinearse mejor con las necesidades de estas empresas. No es lo mismo cotizar en un mercado alternativo que en una de las Bolsas de valores internacionales. Existen opciones adaptadas a cada tipo de negocio y los costes, en muchos casos, no son superiores a los que se requieren para atraer inversión privada a través de fondos de capital riesgo. Esto significa que los costes ya no son una excusa válida para no considerar esta opción y, además, la inversión inicial se convierte en un activo estratégico que abre las puertas a nuevas oportunidades de financiación y crecimiento.

Otro mito extendido es que "perderé el control de mi empresa". Esta ha sido uno de los más persistentes y, en muchos casos, el argumento definitivo para evitar la salida a Bolsa. Se cree erróneamente que cotizar significa entregar la empresa a terceros, diluir el poder de decisión y perder la esencia del negocio, pero nada más lejos de la realidad. Generalmente, los fundadores pueden conservar más del 50% del capital social con derecho a voto. Además, existen múltiples mecanismos para asegurar el control, como derechos de voto reforzados, pactos parasociales y clases de acciones diferenciadas. Estas estructuras garantizan que los empresarios sigan al mando, incluso con la entrada de nuevos inversores.

De hecho, estos mecanismos pueden ser incluso más sólidos que los que imponen los fondos de capital riesgo. Muchos de estos fondos incluyen cláusulas de "arrastre" o "acompañamiento" que garantizan su salida en un plazo de cuatro a cinco años, lo que puede generar más incertidumbre y pérdida de control que una salida a Bolsa bien estructurada. En otras palabras, cotizar no es sinónimo de ceder el poder, sino de abrir nuevas puertas para el crecimiento con reglas claras y previsibles.

Por último, otra idea equivocada es que "cotizar es solo para los grandes". Si bien hace algunos años la Bolsa parecía un territorio exclusivo de empresas con elevadas facturaciones y operaciones internacionales, la realidad ha cambiado. Actualmente, los mercados alternativos están diseñados específicamente para empresas con un valor de mercado de alrededor de 10 millones de euros. No es necesario ser un gigante para cotizar, pero sí es fundamental tener una visión de crecimiento y una narrativa de éxito que atraiga a los inversores.

Los requisitos internos que exigen estos mercados no son muy diferentes de los que solicita un fondo de capital riesgo. De hecho, en muchos casos son incluso menores, lo que hace que el proceso de salida a Bolsa sea una alternativa atractiva frente a la búsqueda de financiación privada. Además, estar en Bolsa genera una gran ventaja: otorga visibilidad, prestigio y confianza tanto a clientes como a proveedores, socios estratégicos y empleados.

Más allá de desmentir estos mitos, es crucial entender la oportunidad real que representa cotizar en Bolsa para una PYME. La transparencia y regulación de los mercados financieros permiten que la empresa se convierta en una opción atractiva para inversores institucionales y particulares, generando mayor liquidez y solidez financiera.

Salir a Bolsa también aporta disciplina financiera, mejora la gestión empresarial y fortalece la reputación de la compañía. Al estar sujeta a auditorías e informes periódicos, la empresa adopta mejores prácticas de gobierno corporativo, lo que eleva su credibilidad y confianza ante clientes, proveedores y socios estratégicos.

Además, al obtener financiación a través del mercado de valores, la empresa reduce su dependencia de los créditos bancarios, lo que conlleva mejores condiciones de financiación y un menor costo de capital. Esto le permite invertir en innovación, expansión y desarrollo de nuevos mercados sin comprometer su estabilidad financiera.

Todos estos aspectos demuestran que cotizar es una herramienta estratégica para las empresas que buscan expandirse, innovar y consolidar su posición en el mercado. Por ello, y con la idea de que cada vez sean más las PYMES dispuestas a cotizar en los mercados alternativos, Gesvalt, Armanext y PWC, lanzamos una guía con la que queremos facilitarles el proceso. Una herramienta práctica en la que entenderán cómo es el procedimiento, resolverán mitos y creencias erróneas y descubrirán que en los mercados alternativos existe una nueva era de oportunidades.