Opinión

El momento Sputnik ha llegado: ¿Acabará DeepSeek con el dominio de EEUU en la IA?

  • Esta aceleración por innovar entre Pekín y Washington recuerda a la competición de la Guerra Fría
  • Poco a poco los gigantes americanos sienten la llegada de la nueva competencia

Angela Huyue Zhang

En 1957, la URSS puso en órbita el primer satélite artificial del mundo, lo que hizo temer a EEUU que, a menos que tomara medidas radicales para acelerar la innovación, su adversario de la Guerra Fría le dejaría en la cuneta tecnológica. Ahora, la startup china DeepSeek ha creado un modelo de IA que, según afirma, puede superar a los competidores estadounidenses líderes del sector, a un menor coste, lo que ha llevado a algunos comentaristas a proclamar que ha llegado otro "momento Sputnik". Pero centrarse en la rivalidad geopolítica entre EEUU y China no viene al caso. En lugar de ver a DeepSeek como un sustituto chino, y a los líderes establecidos (como OpenAI, Meta y Anthropic) como representantes de EEUU, deberíamos verlo como el caso de una ingeniosa empresa emergente que desafía a los titulares oligopolísticos, una dinámica bienvenida en mercados abiertos.

DeepSeek ha demostrado que el ingenio del software puede compensar, al menos en parte, las deficiencias del hardware. Su logro plantea una pregunta incómoda: ¿Por qué los líderes estadounidenses no han logrado avances similares? El economista Daron Acemoglu culpa a la mentalidad de grupo, que impide a los titulares de Silicon Valley estimar adecuadamente planteamientos alternativos. Tiene razón, pero es sólo la mitad de la historia.

El éxito de DeepSeek no se produjo de la noche a la mañana. En mayo de 2024, la empresa lanzó su modelo V2, que presumía de una excepcional relación coste-rendimiento y desató una feroz guerra de precios entre los proveedores chinos de IA. Además, durante el último año, tanto gigantes (como Alibaba, Tencent y ByteDance) como startups (como Moonshot AI, Zhipu AI, Baichuan AI, MiniMax y 01.AI), han desarrollado modelos de IA de vanguardia con una notable rentabilidad.

Incluso dentro de EEUU, los investigadores llevan tiempo estudiando formas de mejorar la eficiencia y reducir los costes de la IA. Por ejemplo, en 2022, el antiguo investigador de Meta Tim Dettmers publicó una investigación sobre la optimización de los modelos de IA para que funcionen con menos potencia de cálculo. DeepSeek citó su investigación en el documento técnico que publicó junto con su modelo V3.

En pocas palabras, habría sido imposible que cualquier empresa de IA no se diera cuenta de que los modelos de menor coste eran factibles. Pero los desarrolladores estadounidenses mostraron mucho menos interés que sus homólogos chinos en seguir esta línea de innovación. No se trata solo de insularidad o arrogancia, sino de una decisión empresarial deliberada.

Hasta ahora, el desarrollo de la IA se ha definido por la "ley de la escala", que predice que una mayor potencia de cálculo conduce a modelos más potentes. Esto ha impulsado la demanda de chips semiconductores de alto rendimiento, y más del 80% de los fondos recaudados por muchas empresas de IA se han destinado a recursos informáticos.

Por eso, el mayor ganador ha sido el fabricante de chips avanzados Nvidia, que se hizo con el 90% del mercado de unidades de procesamiento gráfico de IA a finales de 2024. Gracias a este monopolio virtual en hardware, Nvidia podría controlar los cimientos de la IA generativa. El sector de la computación en nube, que proporciona la potencia de cálculo a la carta que necesitan los modelos de IA, está igualmente concentrado, con Amazon, Google y Microsoft dominando el mercado.

Pero estos actores no son meros proveedores pasivos. Se han posicionado estratégicamente en la cadena de valor de la IA adquiriendo, invirtiendo o formando alianzas con los principales desarrolladores de modelos de IA. Nvidia ha invertido en OpenAI, Mistral y Perplexity, entre otras. Google no sólo desarrolla sus propios modelos de IA, sino que también participa en Anthropic, competidor de OpenAI. Y Microsoft, uno de los primeros inversores en OpenAI, ha respaldado a Inflection AI en EEUU y ha ampliado su presencia en el extranjero, con inversiones en la francesa Mistral y la emiratí G42.

Adoptar este enfoque ha garantizado que toda la industria de la IA dependa de unas pocas empresas y ha afianzado una dinámica por la que la creciente demanda de potencia de cálculo en el sector aumenta los beneficios de estas firmas. Como actores dominantes, tenían menos incentivos para mejorar la eficiencia de costes en fases posteriores, ya que podría reducir sus beneficios en las fases anteriores. Pero las empresas chinas de IA han operado en una realidad distinta, ya que las restricciones comerciales impuestas por EEUU les han impedido adquirir chips avanzados. El objetivo de los controles de exportación estadounidenses siempre ha sido paralizar el sector chino de la IA. Pero, como ha demostrado DeepSeek, han tenido el efecto contrario, estimulando precisamente las innovaciones que permitirán a las firmas chinas desafiar a los oligopolios estadounidenses de IA.

Sin duda, se trata de una noticia desagradable para Donald Trump, que no ha ocultado su determinación de contener a China con aranceles. Además, ha cortejado fuertemente a los jefes de Silicon Valley, que han acogido con entusiasmo la perspectiva de una regulación laxa.

Pero eso no significa que el ascenso de DeepSeek sea una mala noticia para EEUU o para la industria de la IA en general. En los últimos cinco años, los llamamientos para frenar a los gigantes tecnológicos estadounidenses han ido en aumento. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la administración del ex presidente Joe Biden, el Congreso estadounidense no ha logrado introducir ninguna legislación significativa en este frente. Irónicamente, gracias a las políticas estadounidenses diseñadas para frenar las ambiciones chinas en materia de IA, el sector estadounidense de la IA parece estar a punto de conseguir parte de la competencia de mercado que tanto necesita.

La geopolítica puede haber contribuido al auge de DeepSeek. Pero la irrupción de esta empresa en la industria de la IA tiene que ver con la competencia en el mercado, no con las grandes potencias.