Opinión

La falta de viviendas

  • Habría que preguntar al Banco de España que tipo de viviendas son las necesarias

Joaquín Leguina

El artículo 47 de nuestra Constitución dice lo siguiente: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos".

Qué bien suena, pero, de hecho, la política de vivienda dejó de aplicarse desde el inicio de los años noventa. Poco antes se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (1985). El suelo "urbanizable programado" se negoció con los propietarios. Objetivo: que el 90% de las nuevas viviendas fuera de protección oficial y de allí se derivaba que al menos el 25% de los nuevos matrimonios se quedaran a vivir en Madrid. Pero ese intento se impugnó en los tribunales y se anuló, y así la especulación estaba servida.

Tras aquel inicio, la obligación de destinar a Viviendas de Protección Oficial (VPO) una proporción de las nuevas viviendas se implantó por ley. Formalmente se ha cumplido, pero en realidad, con subterfugios varios, apenas ha tenido efecto.

Por otro lado, como ha señalado Eduardo Leira, "la Sareb ha resultado ser otro fracaso dentro del gran fracaso. El banco malo se ha manejado con opacidad extrema, sin contribuir a resolver ningún problema de vivienda. Y lo peor, sin ni siquiera pretenderlo. Los chollos que heredó los transmitió bajo cuerda. Después, vino un periodo de limbo, prácticamente vegetando, hasta que hubo que "nacionalizarla". A partir de ahí, ha empezado a prometer y por ahora sin dar trigo".

En el fondo, se ha abandonado la construcción de vivienda pública pensando que el mercado solucionaría el problema y por eso se fueron eliminando las viviendas públicas y así han ido perdiendo peso dentro del nuevo parque.

En 1997 se aprobó el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Madrid que está hoy vigente. En él se preveía la construcción de 150.000 viviendas más de las que se han construido. Culpan a las trabas administrativas. Parece más bien que el mercado, con sus vericuetos (y manos escondidas) va sacando las viviendas en prudentes, acotadas y sucesivas ofertas, en medidos plazos, no vaya a ser que pudieran bajar los precios. Algo siempre se dice que va a ocurrir y que nunca pasa.

El Banco de España, que siempre ha estado a favor del mercado, acaba de señalar que en España se necesitan 600.000 viviendas. Lo primero que había que preguntar al Banco de España es a qué viviendas se refiere. Si es a las de mercado, cabría añadir que a precios tan altos no hay demanda suficiente de compradores, ni siquiera de inversores, que son ya hoy mayoría de los que compran. Si son de alquiler, tampoco puede ser porque, entre otras razones, el Banco de España ordena a los bancos que, por prudencia, no financien promociones de vivienda en alquiler.

En conclusión: o se vuelve a construir en suelo público viviendas en propiedad o alquiler a precios asequibles o seguiremos en la deriva que comenzó en los años noventa y que nos ha llevado a donde hoy estamos.