Opinión

La receta para la reinvención bancaria

  • La IA generativa es el nuevo ingrediente para automatizar y agilizar el sector financiero

Diego López Abellán

No hace mucho tiempo atrás y en plena transformación digital, se afirmaba que el modelo de banca tradicional tenía los días contados. Sin embargo, los bancos tradicionales continúan dominando el sector y ni un solo banco exclusivamente digital ha conseguido consolidarse a escala. Además, los clientes se relacionan con las entidades mucho más a menudo que en la época predigital.

En la actualidad, la digitalización de la banca sigue su curso y junto con los datos, la banca está consiguiendo un mayor conocimiento del cliente, una oferta de productos y servicios más personalizada y una experiencia mejorada en las interacciones con sus usuarios, si bien esas interacciones consisten sobre todo en consultar saldos y mover dinero entre cuentas.

Las nuevas tecnologías, y en concreto la IA generativa, están provocando en algunos círculos, un gran debate e interés por su impacto futuro en el sector y cómo reinventará la industria cambiando radicalmente la forma de hacer banca, como hace 30 años sucedió con la aparición de internet.

La mayoría de los bancos piensan que la IA generativa es una estrategia de reducción de costes, pero la oportunidad real es el potencial de esta tecnología para aumentar los ingresos. De hecho, nuestro último estudio ha puesto de manifiesto que un alto porcentaje de las funciones bancarias podrán transformarse con un gran impacto en la productividad y en el crecimiento de las entidades en los próximos tres años.

Hay cientos de casos de uso y aplicaciones potenciales. En la gestión de riesgos, la IA generativa ya está transformando las prácticas contra el fraude, blanqueo y mayor precisión en el conocimiento de los hábitos de los clientes. Sus aplicaciones en el desarrollo de código son también muy interesantes y van desde la capacidad de aplicar la ingeniería inversa a décadas de código espagueti, hasta el desarrollo de nuevas experiencias digitales para los clientes a una velocidad sin precedentes. En la atención al cliente, las aplicaciones de IA generativa nos permiten reimaginar la relación y ayudar a los gestores a conocer a sus clientes con mayor precisión y rapidez.

El siguiente paso en la evolución de la IA generativa en la banca será establecer la infraestructura adecuada. Esto incluye la construcción de barreras apropiadas en torno a la seguridad y el riesgo y garantizar que los modelos, sistemas y procesos de IA sean responsables en su diseño. La gestión de los modelos de riesgo será fundamental a medida que proliferen los grandes modelos lingüísticos y que los bancos personalicen los existentes o, en algunos casos, creen los suyos propios.

Otro tema aún más importante está en talento ya que las funciones bancarias podrían cambiar drásticamente y los bancos tendrán que considerar cómo su talento se mueve de diferentes maneras y adoptar una gestión de los recursos humanos basada en habilidades. No se puede contratar a profesionales con cinco años de experiencia en IA generativa. No existen. Por lo tanto, se necesita una cultura que adopte la voluntad de cambiar para aprovechar y escalar la tecnología.

A diferencia de otras tecnologías, con la IA generativa el reto no es lo que se hace, sino lo que se decide no hacer, lo que refuerza mi pensamiento de que se trata de un verdadero cambio de paradigma. Es como pasar de la regla de cálculo a la calculadora. De hecho, según nuestros datos, la mayoría de los directivos de banca (71%) señalan la IA generativa como una herramienta clave en su estrategia de reinvención continua, y dos tercios (66%) ven esta tecnología más como una oportunidad que como una amenaza.

Por lo tanto, vemos razones de peso para creer que la IA generativa, impulsará con fuerza la reinvención continua del sector financiero, haciendo que sea infinitamente más significativa para los empleados, los clientes y los inversores. Para los profesionales estancados con el trabajo orientado a los procesos, la IA generativa puede liberarles de las tareas más rutinarias. Para los clientes, esto implica una experiencia más rápida, personalizada y fluida con su banco. Y para los inversores, beneficiarse de todo lo anterior.