Opinión
Sólo baja la deuda del sector privado
- El Gobierno debería aprender de la lección de familias y empresas que reducen su apalancamiento un 40% desde 2008
elEconomista.es
España fue uno de los países que más sufrió la crisis financiera de 2008. El motivo estuvo en la burbuja de crédito fácil de los años previos que disparó la deuda de familias y empresas hasta suponer el 226,8% del PIB en 2010, máximo histórico. Un porcentaje que además superaba la media europea, 164%, y que abocó a nuestro país a una recesión de la que no salió hasta 2014. En la actualidad, en cambio, la relación se ha girado y las finanzas de los hogares y empresas muestran una posición más desahogada. Así, el apalancamiento conjunto se limita al 131,2% del PIB, tras descender un 42,15% desde el récord de 2010, frente al 150,7% que presentan nuestros vecinos comunitarios. Un cambio drástico queha situado a los negocios y las familias en una posición envidiable para afrontar el reciente ciclo de alzas de tipos de interés en la eurozona. Por desgracia, la lección que las empresas y los ciudadanos han dado con la deuda no ha sido replicada por el sector público.
Muy al contrario, los distintos gobiernos españoles no han aprendido nada de la crisis de 2008 y han seguido engordando la mochila de la deuda. En concreto, el pasivo de nuestro país ha crecido un 300% en los últimos 15 años, hasta alcanzar los 1,57 billones de euros. Una cifra astronómica que ya provoca que España lleve 15 años pagando los intereses de la deuda mediante la emisión de más deuda. Una situación insostenible que, de momento, está maquillada por la ayuda que supone que el BCE siga comprando bonos. Pero estas adquisiciones terminan en diciembre, lo que coloca a nuestro país en una posición muy peligrosa frente a los mercados, lo que podría disparar la prima de riesgo. Urge, por ello, que el Gobierno siga el ejemplo de familias y empresas y empiece a hacer los deberes con la deuda.