Opinión

La elevada factura del absentismo

  • Las bajas por enfermedades comunes costaron 25.300 millones a empresas y Seguridad Social durante el pasado año

elEconomista.es

El final de la pandemia del Covid y la crisis provocada por los altos precios han estado lejos de generar un cambio para aquellas personas que hacen de la ausencia de su puesto de trabajo una práctica habitual. Lo evidencian los datos de la patronal de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), que desvelan que el coste del absentismo acumula cinco ejercicios al alza. En concreto, los desembolsos se elevaron un 74%, hasta 25.300 millones. Una tendencia que estuvo lejos de frenarse el pasado año, donde se produjo un aumento de 3.800 millones, un 17,6% más. A pesar de ello, el absentismo ha sido durante años una práctica banalizada, hasta el punto de disfrutar incluso de cierta permisividad. Pero en realidad es un problema de primer orden por el impacto económico que genera. Para empezar, en la Seguridad Social, donde estas ausencias generaron un menoscabo de más de 13.000 millones en 2023. Asimismo, el absentismo provocó pérdidas superiores a los 12.245 millones para las empresas el pasado año en cotizaciones sociales más el impacto negativo en la productividad.

Ante la magnitud de estas cifras, la Seguridad Social destinó en 2022 una partida de 315 millones, de la que participaron las autonomías, para dotar de más medios a las inspecciones.Una iniciativa adecuada, aunque insuficiente a tenor de la tendencia al alza que mantienen las ausencias laborales. Es evidente que la lacra del absentismo requiere de más medidas para ponerle coto. Con este fin, las Mutuas adscritas a la Seguridad Social piden con lógica que se ponga en marcha el acuerdo firmado por los sindicatos y las patronales en el último acuerdo salarial, para que estas firmas gestionen las bajas laborales, y no los médicos de cabecera, como ocurre hasta ahora.