Opinión

Aristrain, hombre de acero también ante la Justicia

    José María Aristrain de la Cruz. EFE

    Maite Martínez
    Bilbao,

    José María Aristrain de la Cruz, empresario vasco del sector siderúrgico accionista de ArcelorMittal y Tubacex, ha vuelto a salir airoso de su último encuentro ante la Justicia. Y es la segunda vez en menos de dos años.

    Parece ser que el magnate e industrial guipuzcoano es incluso más imbatible que el otro famoso hombre de acero, Superman, que encontraba su talón de Aquiles con la Kryptonita.

    Su primera batalla en los tribunales la ganó en enero del pasado año 2022, cuando la Audiencia de Madrid lo absolvió en la causa abierta contra él por supuesto fraude fiscal, tras ser acusado de diseñar una estructura societaria para evitar tributar en España y simular su residencia en Suiza.

    Ahora, en un segundo round, el industrial vasco ha vuelto a ser exculpado de un delito de alzamiento de bienes por la misma Audiencia. En esta ocasión, el Ministerio Público y la Agencia Tributaria acusaban a Aristrain de haber simulado la compraventa de un inmueble en Madrid para eludir la ejecución de un embargo.

    Más de 1.100 millones

    José María Aristrain posee bienes por valor de más de 1.100 millones, según la Lista Forbes de España en 2022. ¿Pero quién es el dueño de una de las mayores fortunas de España y de las primeras del País Vasco? ¿Y cómo logró amasar esa ingente cantidad?

    Con tan solo 24 años, José María Aristrain asumió la dirección de la empresa, al fallecer su padre en un accidente de helicóptero cuando sobrevolaba la Costa Azul en 1986.

    José María Aristrain Noain fue el primer Aristrain en Euskadi y desde época temprana se vinculó al sector del acero.

    Aristrain Noain comenzó a construir su emporio siderúrgico con un pequeño negocio de chatarra. Posteriormente, en 1955, puso en marcha la fundición J. M. Aristrain SA, ubicada en el municipio guipuzcoano de Olaberria, y dirigió varias compañías metalúrgicas.

    Con ellas consiguió edificar una de las fortunas más importantes de España, a pesar de desarrollar su máxima actividad en una de las etapas más duras para la empresa vasca y española: el terrorismo de ETA.

    El emporio Aristrain comenzó como un negocio de chatarra y acabó integrado en ArcelorMittal

    Este empresario fue también tan inquebrantable y consistente como el acero que fundía y forjaba, ya que se conoció que nunca cedió ante el impuesto revolucionario que le exigió la banda terrorista y se mantuvo firme para preservar sus negocios.

    José María Aristrain de la Cruz heredó estos negocios siderúrgicos, mientras que su hermana, María Ángeles Aristrain, obtuvo de legado varias fundaciones y fondos.

    Más de diez años después de la muerte del patriarca de la saga Aristrain, en 1997, se vendieron todas las plantas a la española Aceralia, de donde luego se creó el grupo Arcelor. Coincidiendo con la compra de Arcelor, María Ángeles vendió sus participaciones a su hermano, de forma que él contara con cerca del 11% en Aceralia. Posteriormente pasó a tener el 3% de Arcelor, que en 2006 acabó siendo absorbida por el gigante indio Mittal, convirtiendo a Aristrain de la Cruz en una de las personas más ricas de España.