Opinión
Urge ampliar la rebaja del IVA
elEconomista.es
El IPC general rompió en marzo con dos meses de alzas al caer hasta el 3,3% interanual desde el 6% con el que cerró febrero, su tasa más baja desde agosto de 2021. Hay que remontarse a mayo de 1977 para encontrar un descenso de tal magnitud. Con todo, el dato adelantado del INE no ofrece motivos de celebración.
Para empezar, la histórica caída del IPC se debe al efecto escalón que se produce al compararse con marzo de 2021. Entonces, la invasión de Ucrania disparó la inflación hasta el 9,8%. De ahí que el menor vigor que muestran los precios era esperable tras la caída de los costes energético y, desde luego, no indica un mayor control sobre la inflación. No obstante, la peor noticia está en el comportamiento de la tasa subyacente, que excluye los elementos más volátiles de los precios, que tan solo pierde una décima en marzo hasta el 7,5%, lo que supone uno de los valores más altos desde hace 40 años. La razón de este mal desempeño de la inflación subyacente hay que buscarla principalmente en los alimentos, cuyos precios siguen disparados (16,6% en febrero). Esto demuestra el escaso alcance de las rebajas del IVA en algunos alimentos, en vigor desde el 1 de enero. Pese a ello, el Gobierno sigue rechazando extender esos recortes a otros productos, como la carne o el pescado, como reclama la distribución. Y eso que existe margen fiscal más que suficiente tras la recaudación récord del pasado año, que ascendió a 255.463 millones, un 14,4% más que en 2021. Unos ingresos que deberían llevar al Ejecutivo a ampliar el listado de alimentos beneficiados de la rebaja del tributo para incrementar el impacto de una iniciativa que en su formulación actual es insuficiente para paliar el encarecimiento de la cesta de la compra en los hogares.