Opinión

La escasez futura de la electricidad


    María Ángeles Ruiz Ezpeleta

    Actualmente se considera que los combustibles fósiles, como el petróleo, el carbón y el gas natural, representan aproximadamente un 85 % del consumo energético global del planeta.

    Ya en el año 1954, se empieza a constatar la necesidad de producir electricidad con fuentes alternativas y se inicia la producción de la energía nuclear. No hay duda que ese tipo de energía puede ser inagotable, pero ha demostrado ser peligrosa y tener un impacto negativo, tanto desde el punto de vista ecológico, como en el de la salud humana.

    Aunque en la actualidad, existe un acuerdo tácito a nivel mundial de descontinuar, de forma paulatina, las centrales nucleares y descartar la energía nuclear como fuente de producción de electricidad, la situación actual de escasez de petróleo y gas hace que esos planes hayan quedado adormecidos.

    Las energías renovables más importantes empezaron a desarrollarse en la década de los 70. Inicialmente fue la hidráulica, posteriormente la eólica y finalmente la solar y lo más curioso es observar que, 50 años después del inicio del desarrollo de esas energías y, a pesar de todos los grandes avances tecnológicos, actualmente las energías renovables representan tan solo un 15 % aproximado del consumo energético total mundial.

    En 1983 Ibrahim M. Oweiss, de la Universidad de Georgetown describió el término petrodólar como los dólares que provienen de la venta del petróleo, escribiendo su publicación: Ganancias en petrodólares, tendencias e impacto económico mundial, donde ya predecía que los países de la OPEP, desde su creación en 1960, utilizaban sus petrodólares para ir creciendo e invirtiendo en los países compradores de combustibles fósiles, provocando una tendencia peligrosa de crecimiento económico constante y dominio económico de esos países en el mercado mundial.

    Desde hace décadas el mundo es consciente, no solo del peligro de la dependencia de los combustibles fósiles, sino del creciente dominio económico de los petrodólares.

    Los líderes de los países compradores, cuya producción de petróleo y gas es insuficiente para su consumo energético interno, no solo no han luchado contra ese dominio del mercado energético y financiero, sino que lo han contemplado de forma impasible, sin realizar acciones correctoras. Los países de la OPEP fijan los precios de los combustibles fósiles, originando incluso, según su conveniencia económica, la escasez en el mercado de esas fuentes de energía. Así se llega a la amenaza actual de posibles dificultades futuras en la producción de la energía necesaria para el desarrollo normal de la vida cotidiana de toda la humanidad.

    Prueba evidente del poder inmenso de esos países y de la nula reacción de los líderes de los otros países compradores, es la celebración del Mundial de Fútbol, por vez primera, en un país árabe perteneciente a OPEP, Qatar, país que, aunque se comprometió en abandonar esta organización, sigue participando en la fijación de los precios del petróleo y, no tiene respeto alguno por los derechos humanos. Se han sacrificado vidas de obreros, obligados a trabajar a 50 grados, para disponer de las estructuras necesarias para celebrar ese Mundial que, sin duda, será altamente rentable para el país, aumentando su ya enorme poder económico.

    En Europa, afortunadamente, algunos países superan el 45% de utilización de energías renovales, pero mientras las dos grandes economías mundiales, Estados Unidos y China no apuesten por ese tipo de energías, superando el 18 %- 19% actual de la energía total utilizada en su producción de electricidad, persistirá el problema.

    La guerra de Ucrania, ha hecho que Alemania, que depende del gas ruso, atraviese una situación insostenible y ha tomado la rápida decisión de compra de gas licuado, que, además de ser un combustible fósil, se somete a un proceso y a un transporte contaminante.

    Actualmente las decisiones políticas en el tema de la energía, se centran solo en el corto plazo, sin que se perciba una mínima preocupación por lo que sucederá en los periodos posteriores a sus mandatos electorales.

    El problema energético solo se solucionara cuando la utilización de energías renovables aumente su porcentaje a nivel global. Se precisan decisiones valientes y de visión de futuro de los líderes mundiales de países no pertenecientes a la OPEP.