Un marco común para el 'cero neto'
- ISO ha publicado el nuevo estándar de Directrices para el 'net zero'
Javier García
Pasar a la acción. Este ha sido uno de los lemas más repetidos durante la Cumbre del Clima, que este año ha cumplido su 27 edición. Y lo hace en un momento que debería servir de punto de inflexión. El cambio climático se ha convertido en más que una realidad después de encadenar meses con récords de temperatura en nuestro país. Las olas de calor, la sequía y los elevados incendios forestales han marcado el periodo estival español. Sin ir más lejos, el de octubre fue el mes más cálido en España desde que hay registros. Conozca elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Pero no somos los únicos que estamos viviendo sus efectos. Lo hace Europa y el resto del mundo con la larga sequía en el oeste de Estados Unidos o las recientes inundaciones en Pakistán. Por ello, entre los retos ambientales que estamos afrontando como sociedad, el avance del cambio climático es, sin duda, el que requiere una actuación más inmediata. No solo por su carácter global sino por la rapidez con la que estamos notando sus efectos.
Según advierte Naciones Unidas, la temperatura media del planeta va a vivir un incremento de 2,5 grados para finales de este siglo, incluso aunque se cumplan los compromisos que los países ya han adquirido para los próximos años. Unos datos que apuntan la necesidad de tomar medidas efectivas y reales, como se están abordando en Egipto, por parte de los gobiernos a escala global.
Pero no han de ser los únicos. Ya lo dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en su discurso inaugural de la COP 27: "La humanidad tiene una elección, cooperar o padecer". Es en este momento cuando las organizaciones y la sociedad tienen que dar un paso al frente, más adelante puede ser tarde.
Desde UNE, fieles a nuestro compromiso social de crear un mundo más sostenible, llevamos varios años contribuyendo a la acción climática, poniendo en marcha numerosas normas internacionales ISO enfocadas a la promoción de buenas prácticas en la gestión ambiental. Documentos que han servido como instrumento para cuantificar las emisiones que genera la actividad económica y los productos que consumimos o utilizamos, así como para adaptarnos a los efectos que este exceso de emisiones provoca.
Dirigidas a combatir el efecto invernadero, reduciendo la huella de carbono y las emisiones hasta alcanzar el objetivo de emisiones cero, estas normas, aplicables para la actuación en el corto y medio plazo, se ven ahora complementadas por un nuevo instrumento enfocado en el largo plazo.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) hizo pública, en el marco de la COP 27, el nuevo estándar Net Zero Guidelines (Directrices para el cero neto), que contribuirá a que todos los actores y organizaciones puedan alcanzar el objetivo de cero emisiones. Este nuevo documento normativo, elaborado por más de 1.200 organizaciones y expertos de todo el mundo, incluye cómo incorporar dicho objetivo en las políticas y estrategias de las organizaciones, así como directrices y recomendaciones para conseguirlo. El tejido empresarial español tendrá libre acceso a él en el marco de la esponsorización acordada por ISO, en idioma español, en su versión UNE-ISO IWA 42.
Como señaló mi colega Ulrika Francke, presidenta de la ISO, esta publicación marca un hito histórico que pretende acercar a la comunidad internacional al cumplimiento de los compromisos climáticos y poner al mundo en la dirección correcta para que en el año 2050 hayamos logrado la neutralidad en carbono. Conseguir que los gobiernos y la industria utilicen ampliamente estas directrices permitirá que se puedan cumplir de forma eficaz los objetivos del Acuerdo de París que entraba en vigor en 2016.
Las emisiones de gases de efecto invernadero, tanto directas como indirectas, afectan a toda la cadena de valor de una organización y así está contemplado en este nuevo estándar internacional. No hay que olvidar que, entre las metas nacionales, enmarcadas en los planteamientos de la Unión Europea, está conseguir para 2030, es decir en ocho años, una reducción de estos gases del actual 40% hasta un 55% con respecto a las emisiones de 1990.
Javier García es director general de la Asociación Española de Normalización, UNE, y vicepresidente electo de ISO.