Fuerte destrucción del tejido empresarial
elEconomista.es
El fin de la moratoria impulsa el número de empresas en concurso. Así, agosto cerró con un incremento del 15,6% interanual.
El dato muestra que la finalización de esta medida lanzada para combatir los efectos de la crisis del Covid ha llegado en mal momento para los negocios por el IPC récord y el encarecimiento de la financiación. De hecho, la persistencia de estos problemas junto con la cada vez más cercana recesión augura una destrucción mayor del tejido empresarial. A pesar de ello, poner fin a la moratoria fue acertado. Primero porque era una actuación excepcional que no se podía extender sine die. Y segundo porque permitía la supervivencia de empresas sin ningún viso de viabilidad (zombies) que se aprovechaban de la normativa.