Opinión

Temeraria imposición de Díaz

    La vicepresidenta Yolanda Díaz

    elEconomista.es

    La reunión de la distribución con Yolanda Díaz se saldó con el rechazo mayoritario del sector a limitar los precios de los alimentos. No cabe otra posición ante una medida intervencionista que generaría escasez, al obligar a producir a pérdidas, y que tendría graves consecuencias para toda la cadena alimentaria.

    Pero especialmente para el pequeño comercio, que ya alerta con miles de cierres. A pesar de ello, Díaz amenaza con forzar al sector a topar los precios. Para ello, la vicepresidenta planea aplicar el artículo 13 de la Ley de Comercio Minorista, que abre la puerta a tomar estas medidas en circunstancias excepcionales. Uno de los supuestos de la normativa destaca que la intervención es posible cuando "se aprecia ausencia de competencia efectiva", que es a lo que se agarra Díaz para obligar a los súper. Se trata a todas luces de un argumento absolutamente falaz. Y para demostrarlo basta con comprobar que los márgenes de la gran distribución, situados en el entorno del 3%, ya están lo suficientemente ajustados. Este bajo porcentaje deja claro que la supuesta falta de competencia es una mentira a la que Díaz recurre para imponer una medida claramente populista con claros intereses electoralistas.

    La vicepresidenta recurre a un argumento falso, como la falta de competencia del súper, para imponer el tope de precios

    Ello a pesar de que ministerios como Agricultura, Economía e Industria mantienen que la limitación vulnera la libre competencia. Una posición contraria del Gobierno que la propia ministra de Transportes, Raquel Sánchez, dejó patente ayer durante su intervención en el Ágora de elEconomista al afirmar que "no estamos en un escenario de imponer nada, porque perjudica al eslabón más pequeño de la cadena". Moncloa debe escuchar las advertencias de buena parte del Gobierno y actuar para frenar la temeraria imposición que plantea Díaz.