Opinión
Prolongado desgaste para el BBVA
elEconomista.es
El juez García-Castellón, que instruye la causa de la trama que vincula a BBVA con las campañas de espionaje del excomisario Villarejo, dio un importante impulso al proceso esta semana, al citar como imputados a seis altos cargos en activo de la entidad y dos exdirectivos.
Sin embargo, lo ocurrido en sus primeras comparecencias ante la Audiencia Nacional permite ya prever la lentitud con la que se desarrollará la investigación. De las cinco personas citadas ayer, dos (entre ellas el exconsejero delegado Ángel Cano) no se presentaron por estar fuera de España, dos no declararon y una última sólo respondió a las preguntas de su abogado.
El juicio sobre las relaciones con Villarejo tiene visos de durar años, mientras la investigación interna sigue sin cerrarse
Lo previsible es que en las comparecencias que aún están pendientes la estrategia de la defensa sea la misma y también se nieguen a colaborar. La resolución del proceso aún puede demorarse más si se considera que la investigación de los presuntos pagos de BBVA a Villarejo es sólo una pieza dentro de la extensa causa abierta contra las actividades ilegales del excomisario. A ello debe añadirse que la única vía alternativa para arrojar luz sobre las relaciones del banco y Villarejo, la investigación interna que el propio banco ordenó, lleva más de un año abierta sin tener todavía una fecha para su conclusión, pese a las presiones de los supervisores financieros para que se cierre cuanto antes. En esta situación, en la que no es posible prever ningún esclarecimiento rápido de los hechos mientras el juicio tiene expectativas de durar años, resulta muy arriesgada la actitud de BBVA de no tomar ninguna iniciativa e incluso mantener en sus puestos a los ejecutivos en activo que han sido ya imputados por el juez. El banco se arriesga a un más profundo desgaste de sus credibilidad ante el mercado.