Opinión

PP: de Madrid al suelo


    José María Triper

    Menos de cuarenta y ocho horas han tardado Pablo Casado y la dirección del Partido Popular en bajar del cielo utópico al que subieron en la noche del 28-M al suelo real de las "guerras" internas y el intercambio de cromos con Albert Rivera y Ciudadanos. Cierto es que Casado parece haberse asegurado su continuidad al frente del partido, al menos durante la legislatura que se inicia, pero también lo es que los barones territoriales le han advertido ya, el mismo día siguiente a los comicios, que condicionan esta persistencia a los cambios en el equipo de dirección y el giro al centro. Imposiciones a las que el presidente se resiste.

    "Ensimismado por haber salvado los muebles Pablo quiere recuperar a sus amigos defenestrados tras el desastre electoral de los generales y abandonar el giro al centro que se le impuso entonces", afirma un destacado dirigente popular próximo a Núñez Feijóo. El líder gallego que junto a Juanma Moreno en Andalucía, y Juan Vicente Herrera en Castilla y León son los pesos pesados que lideran la oposición interna al casadismo.

    En Génova sospechan que tendrán que ceder la Comunidad o el Ayuntamiento a Ciudadanos

    Una primera batalla en esta guerra se está librando ya en la elección de los portavoces parlamentarios. Un combate que Casado ha podido aplazar hasta la Junta Directiva Nacional de junio, pero en la que han surgido ya las primeras escaramuzas para vetar a Cayetana Álvarez de Toledo, la candidata del presidente, "demasiado radical, muy vehemente y excesivamente derechosa". Frente a ella suenan tres alternativas, mujeres todas ellas, la vicesecretaria general y coordinadora de las municipales Cuca Gamarra, la diputada valenciana Belén Hoyo y la coordinadora de la campaña de las europeas y ex ministra de Agricultura Isabel García Tejerina. Recordar que esta última relevó en la coordinación electoral a Javier Maroto, uno de los defenestrados a los que Casado quiere ahora recuperar.

    Gamarra y Belén Hoyo, alternativas a Álvarez de Toledo para la portavocía del Congreso

    Y respecto a los cromos, muchos de los que en la sede de Génova se las prometían felices conservando en Madrid la Comunidad y recuperando el Ayuntamiento empiezan a sospechar ya que tendrán que ceder una de estas instituciones a Ciudadanos si no quieren perder las dos. Rivera es consciente de que si quiere mantener su ascenso necesita gobernar en plazas importantes y la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid son magníficos escaparates. Especialmente la primera que tiene más poder presupuestario, legislativo y regulatorio. Además de que Ignacio Aguado es un candidato más sólido y con más imagen que Isabel Díaz Ayuso.

    PD. Descartada casi definitivamente la entrada de Iglesias y sus podemitas en el Gobierno, cada vez suena con más fuerza el "run-run", adelantado desde la web de The Esperience Club, que apunta a Susana Díaz como futura ministra de Pedro Sánchez. Atentos a la jugada.