Opinión
El uso y el abuso del "dedazo"
- Sánchez ya ensaya un Gobierno de coalición futuro con Iglesias
Amador G. Ayora
El uso del decreto-ley es la tentación de todos los gobiernos con mayoría insuficiente en el Congreso para sacar adelante sus ideas con la excusa de ganar tiempo. Sánchez no iba a ser menos. Aznar fue uno de los que más abusaron de los decretos-leyes, hasta que los socialistas le echaron el alto.
Pero la memoria es frágil y, sobre todo, caprichosa y cada uno la utiliza para lo que se quiere. Por eso, el intento de pactar con Podemos para saltarse la ley de Estabilidad no puede calificarse más que de vergonzoso y ajeno a las reglas y usos democráticos, que tanto presume la iz-quierda.
El primer intento de asalto fue en RTVE. El sacrosanto principio de elegir a la dirección de la tele y la radio públicas por consenso se vino abajo nada más que llegaron al Gobierno. Cambiaron por decreto lo pactado y se lanzaron al abordaje del consejo de administración para elegir a un presidente a dedo y a una cohorte de consejeros afines, para hacer lo que les viniera en gana.
La casualidad quiso que no pudieran llevar a cabo sus planes. La infausta mala suerte que llevó a la Armada Invencible a acabar hecha añicos contra unos arrecifes, volvió a las andadas. La equivocación del voto electrónico de varios diputados dio al traste con la cacicada. Aun así, los socialistas pusieron al mando de RTVE a una profesional de acreditada solvencia, como les gusta a ellos denominarla, Rosa María Mateo, que quita y pone directores a golpe de teléfono como si fuera un mariscal, cuando su mandato es solo temporal.
Y mucho me barrunto que ahora estemos ante una situación muy parecida. ¡Que no se puede utilizar el decreto para aprobar los Presupuestos porque los leguleyos lo desaconsejan!, ¡Pues suspendemos la senda de cumplimiento del déficit y en paz!
¡Seguridad jurídica!, señor Sánchez. El respeto de la ley es básico en un Estado de derecho y también para dar tranquilidad y no espantar a los inversores. La Ley de Estabilidad Presupuestaria se aprobó para que el Gobierno de turno tuviera que contar con el respaldo del Congreso y del Senado para los Presupuesto. Y eso se debe ahora salvaguardar, no tirar a la basura.
La casualidad quiso, ¡esta vez fue el voto de los españoles!, que PP y Ciudadanos tengan mayoría en la Mesa del Congreso, que debe dar el visto bueno a cualquier modificación legislativa. Es decir, que además del apoyo de los nacionalistas y de la izquierda, Sánchez necesita el beneplácito de Albert Rivera para culminar sus planes.
Pero el líder de Ciudadanos tiene el corazón partido, entre diferenciarse del nuevo PP de Casado y evitar confundirse con Sánchez. Ni contigo ni sin ti. Rivera ideó para la ocasión una fórmula sobreesdrújula, con el fin de quedarse en tierra de nadie.
La maquinaria de propaganda puesta en marcha tras la toma de RTVE y el nombramiento de Soledad Gallego-Díaz para la recaptación de El País a la causa progresista, se encarga de defender lo imposible y de acallar lo verídico
Demonizará el predominio del PP en el Senado, el último baluarte que le queda en defensa de su poderío, como el pendón que portaba el rey almohade Al-Nasir, en las Navas de Tolosa. Pero no prestará sus votos a Sánchez para modificar el polémico artículo 15 de la Ley de Estabilidad.
En resumen, que nos quedamos como estábamos. Sin Presupuestos y a la espera de que los lugartenientes de Sánchez e Iglesias alumbren otra idea maravillosa para cambiar las leyes por la puerta de atrás.
Entretanto, la maquinaria de propaganda puesta en marcha tras la toma de RTVE y el nombramiento de Soledad Gallego-Díaz para la recaptación de El País a la causa progresista, se encarga de defender lo imposible y de acallar lo verídico. Que Sánchez coloca a su mujer, Begoña Gómez, como directora de una fundación para Africa en el Instituto de Empresa, ni un pequeño comentario en los telediarios de La 1, el sanedrín de la objetividad pública, y un espacio discreto en el diario de Prisa. Al fin y al cabo, se trata de un asunto particular. Que Sánchez usa el Falcon para acudir al concierto de su grupo favorito a Benicassim, en ese caso, aprovechó un viaje oficial para acudir a un acto cultural.
Lo peligroso es que PSOE-Podemos ensayan un futuro Gobierno de coalición. Este viernes acordaron desenterrar a Franco, por supuesto por decreto, y luego venderán el fin de la austeridad, como hizo el Gobierno de Conte en Italia o el de Costa en Portugal. Eso sí, a costa de gravar a las rentas altas y de repartir entre los pensionistas el dinero que no tenemos.
Tanto Currás como Gimeno tuvieron la osadía de hacer caso omiso a los dueños del negocio y ahora cosechan las consecuencias de su temeridad
El tándem Sánchez-Iglesias necesita ganar tiempo para engrasar la máquina de propaganda y borrar las huellas del legado de Rajoy. Y como no tienen mayoría parlamentaria, culparán a la derecha de poner trabas al Estado de bienestar, cuando en realidad están cebando el gasto público, la deuda y el déficit futuros. Y ésa es la realidad, que muy pocos se atreven a contar.
PD.-En el frente empresarial, la semana se salda con la salida de dos directivos que llevaban tiempo en el alero. Por un lado, el consejero delegado de Dia, Ricardo Currás, abandona la firma de distribución después de hundirse en más de un 60 por ciento la cotización ante la falta de definición estratégica y la constante pérdida de cuota de mercado, como denunciamos reiteradamente en elEconomista. Por otro, el ya expresidente de El Corte Inglés Dimas Gimeno negocia también su marcha definitiva, después de desafíar a las nuevas propietarias de los grandes almacenes, las hermanas Álvarez. Tanto Currás como Gimeno tuvieron la osadía de hacer caso omiso a los dueños del negocio y ahora cosechan las consecuencias de su temeridad.