Opinión

La temeridad de ceder a la exigencia de ERC


    elEconomista.es

    El afán del Gobierno de que prospere la renovación por decretazo de RTVE le lleva a aceptar la exigencia de ERC de abrir un diálogo "sin cortapisas" acerca de un referéndum soberanista.

    El precio que el Ejecutivo está dipuesto a pagar es excesivo y temerario. Poco importa que, en el futuro, establezca la salvedad de que se tratará de una consulta no vinculante. Un referéndum de este tipo concierne a la soberanía nacional y es imposible evitar que su resultado tenga importantes implicaciones.

    Por ello, este debate solo debería plantearse contando con un muy amplio consenso parlamentario y no como pago de un peaje para asegurarse el control sobre la televisión pública que, además, puede salir electoralmente muy caro al presidente Sánchez.