Exigencias acordes al megacontrato del AVE

El sector ferroviario acoge con sorpresa las duras condiciones que Renfe impondrá en el concurso para la adquisición de nuevos trenes AVE. No en vano las multas a las que se arriesga el concesionario, en caso de que se produzcan fallos, pueden llegar a los 530 millones. Tan alto nivel de exigencia, no obstante, es coherente con la importancia que el macroconcurso implica.

Por un lado, de él depende una renovación de equipos que ha estado paralizada durante una década. Pero aún más importante es el hecho de que Renfe tiene que asegurar la máxima fiabilidad de los convoyes y del mantenimiento que recibirán durante, como mínimo, los próximos 10 años, para asegurar su competitividad, ahora que se prepara para luchar en un mercado liberalizado.