Un día de locura, parte I: un fracaso de España y de los españoles
Francisco de la Torre Díaz
Hay días en los que se empieza a trabajar pronto. Hay días en que se acaba de trabajar tarde. Hay días donde se vierte mucha rabia y se siente mucha vergüenza. Hay días de fracaso. Hay días en que la racionalidad brilla por su ausencia. Hay días de locura. Hay días... Como el de ayer, por lo menos para mí.
El miércoles 20 de abril tenía una jornada disparatada que comenzaba con el Pleno del Congreso. Después recibía a Ana Garrido Ramos, la persona que destapó la trama Gürtel en Boadilla, que cumplió con su deber de destapar la corrupción. En consecuencia, su vida se convirtió en un infierno.
Tenemos tantísima corrupción porque a menudo los viejos partidos protegen a sus corruptos. Pero además, si a alguien se le ocurre denunciar la corrupción, los presuntos corruptos se suelen revolver contra los denunciantes y les hacen la vida imposible. Cuando alguien te cuenta todo esto, se siente vergüenza, rabia y asco. Pero para elaborar una norma que proteja efectivamente a los denunciantes de la corrupción, que es una prioridad absoluta para Ciudadanos, lo primero es escucharlos para conocer sus necesidades.
Después del paseo por la miseria humana tocaba ir a la constitución de la Diputación Permanente, el órgano del Parlamento que ejerce sus funciones cuando no está reunido. A nadie se le escapa que la Diputación Permanente se constituía porque ya estamos muy cerca del plazo constitucional para constituir Gobierno. Si finalmente no fuese posible, esto sería un fracaso de los que estamos en el Congreso. Y lo que es peor, sería un fracaso para España y los españoles. De hecho, ya estamos fracasando: la incertidumbre atenaza la economía y eso tiene consecuencias muy negativas en la inversión, el empleo, el crecimiento...
La prueba del nueve de que todo esto no es sólo teoría es que el Gobierno se ha visto obligado a revisar a la baja el crecimiento y la creación de empleo. Claro que la incertidumbre sería menor si se supiese qué hace el Gobierno en funciones. Sin embargo, el Gobierno en funciones se niega a comparecer y a dar la más mínima explicación, salvo para intentar ponerse medallas, o sacar pecho por cuestiones tan lamentables como la amnistía fiscal. Esto deslegitima las instituciones y desmoraliza a muchos ciudadanos.
Ayer se negaron varios Altos Cargos a comparecer. Además, el Ministro Montoro no acudió a la Comisión de Hacienda para explicar la actuación del Gobierno en relación con los papeles de Panamá. La excusa oficial es que el gobierno en funciones se limita al despacho ordinario de los asuntos públicos. Si eso es así, es que no se toma ninguna medida ante la mayor revelación de nombres y datos de operaciones en paraísos fiscales de la Historia. No es verdad, porque entre otras cosas, el caso ha hecho dimitir al ministro Soria. Pero estamos en plena campaña de renta, y ante una revelación de esta magnitud, el Ministro de Hacienda huye del Congreso. Eso hace sentir muchas cosas... Y ninguna positiva.
Por la tarde tenía que comparecer la Secretaria de Estado de Presupuestos y Gasto Público. Al igual que el Secretario de Estado de Seguridad Social, que tenía que venir por la mañana, en ambos casos, los Altos Cargos venían simplemente a informar. Por supuesto, no vinieron. Entre otras cosas, seguramente porque o no tenían información o si la tenían no querían exponerla... De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) no ha podido emitir el informe, que debe acompañar al programa de Estabilidad, porque no dispone de los datos fiscales.
Preguntado por esta cuestión, el Ministro de Guindos, que a diferencia de los demás sí acudió al Congreso, manifestó que la Airef sí disponía desde hacía días de los datos macroeconómicos pero no de los fiscales. Traduciendo, que la culpa era del Ministerio de Hacienda, de Montoro, y no de Economía. Cualquiera diría que tenemos un Gobierno que responde solidariamente de sus decisiones.
Este sainete daría vergüenza en condiciones normales, pero no estamos en condiciones normales. España tiene abierto un expediente de la Comisión Europea por incumplir los compromisos de déficit. Además, es el único país que lo tiene abierto, ya que tenemos el honor de tener el déficit público más elevado de Europa. La supuesta buena gestión económica del PP es sólo un mito, un mito propagandístico. Además, este expediente puede acabar con una multa de más de 2.000 millones de euros.
Cuando Toni Roldán, nuestro portavoz en la Comisión de Economía, le preguntó por este hecho, el Ministro de Guindos manifestó que la cuestión de la multa no le parecía importante y que lo que le preocupaba era la credibilidad de España. Como hay días en que no los gano, a mí sí me parecen importantes 2.000 millones.
Pero además, es que ocultando sistemáticamente información y mintiendo a los españoles y a Europa sobre el cumplimiento del déficit no se gana credibilidad. Por supuesto, tampoco ningún Gobierno democrático gana credibilidad negándose a comparecer en el Congreso. Los que sólo se declaran responsables ante Dios y ante la Historia (por ejemplo, el Congreso anterior que ya no existe) no siguen un comportamiento muy democrático, ni muy respetuoso con las Instituciones, ni con quiénes las han elegido.
Como les decía, hay días en que la racionalidad brilla por su ausencia, y en los que además pasan muchas cosas. Como pasan tantas cosas, y las más irracionales están por contar, no caben ya en esta entrada. Mañana sigo. Les espero.