Opinión

Cataluña, Andalucía... ¿Cuántas "Grecias" tiene España?


    Lucio A. Muñoz

    Determinados desajustes económicos propiciados por la disfuncionalidad del euro y la política del BCE, que se producen en las relaciones entre los países que integran la eurozona, guardan bastantes parecidos con el anticompetitivo "modelo de financiación autonómico español" (y el Fondo de Liquidez Autonómica, conocido como FLA).

    Letonia, Estonia, Lituania y Eslovaquia tienen un PIB per cápita menor que Grecia y, aún así, han prestado bastante dinero al país heleno para que fuera rescatado. Esta injusticia política y socioeconómica provoca, por ejemplo, que un empobrecido jubilado letón tenga que sufragar las suntuosas pensiones de los griegos o, a nivel macro, que la reinventada economía productiva de Lituania tenga que mantener a parte de la economía clientelar y subvencionada de Grecia.

    Igualmente, estos cuatro países han tenido que desarrollar reformas estructurales para incrementar la competitividad de sus economías, mientras paralelamente prestaban dinero a Grecia. Y, de forma contradictoria, el país heleno no ha llevado a cabo ninguna reestructuración económica porque el único objetivo de los gobiernos griegos ha consistido en recibir financiación procedente de los rescates.

    Y extrapolando el entorno de la zona euro al Estado autonómico español, podemos afirmar que las relaciones económico-financieras entre las autonomías también son más injustas que solidarias.

    Tanto es así, que sino fuera por el FLA, Cataluña desde hace tiempo no habría podido pagar a sus empleados públicos. Máxime y tanto en cuanto el déficit de Cataluña se ha incrementó en 2014 y, de igual modo, gran parte de la deuda que tiene esta región se ha dilapidado tanto en proyectos independentistas como en corrupción política.

    Andalucía, Valencia, Castilla La Mancha o Extremadura son otras autonomías cuyas economías político-clientelares y subvencionadas lastran el buen hacer económico de otras comunidades que intentan cumplir de manera productiva los objetivos de déficit y no superar el techo de gasto presupuestario.

    Pero volviendo a las odiosas comparaciones, y aunque evidentemente no es equiparable el default de Grecia con algunas de las casi quebradas autonomías de España, debemos admitir que la economía de determinadas regiones españolas sobreendeudadas y deficitarias tiene muchas más similitudes que diferencias con Grecia.

    Porque algunas autonomías españolas son realmente "Grecias" en potencia. Y solo una reducción del volumen de economía subvencionada que se traduzca en un incremento de la competitividad las alejaría de un futuro "griegicidio". Pero los diferentes gobiernos autonómicos españoles (puesto que algunos presidentes regionales son clones de Tsipras) siguen enfocando todos los esfuerzos políticos en mantener las redes político-clientelares subvencionadas para intentar seguir en el poder.

    Por otro lado, y devuelta al caso catalán, Barcelona está gobernada actualmente por el partido Barcelona en Comú, una filial ultraizquierdista podemita que ni siquiera ha redefinido el modelo productivo de la ciudad, ni ha proyectado un sistema de gestión y, por supuesto, tampoco ha puesto en marcha un plan de negocio que permita a la ciudad crecer económicamente y crear empleo. Al revés, de momento, el turismo de Barcelona, un sector clave en la economía de Cataluña, se verá lastrado en función de las últimas decisiones adoptadas por Ada Colau.

    En cuanto a la Grecia andaluza, no hay nada nuevo bajo el sol porque Ciudadanos, al pactar con Susana Díaz, le ha concedido un cheque en blanco al PSOE al objeto que el régimen más corrupto de Europa (con permiso de Cataluña) continúe instaurado una legislatura más.

    Y Castilla La Mancha, una región cuya deuda/PIB es la segunda más alta de España (después de la de Valencia), sigue estando a la cola de Europa en competitividad, si bien el déficit castellano manchego se ha reducido en los últimos años. Pero la alianza PSOE-Podemos ya ha anunciado que volverá a reestablecer la estructura político administrativa inservible que redujo Cospedal.

    Aunque para colmo, en Madrid capital, el faro económico de la comunidad que más crece y crea empleo de nuestro país, han sustituido los planes de crecimiento económico por el cambio de nombres de las calles (de modo sectario y sin sentido histórico ni meritocrático).

    En definitiva, si la deriva autonómica sigue su curso y, sobre todo, si Podemos llega al poder en las generales, España estará desintegrada por "17 Grecias".