Opinión

Los problemas de Facebook para crecer


    Selva Orejón

    Facebook está sufriendo problemas de crecimiento, y en paralelo, en Instagram existen problemas con los usuarios, y la plataforma está recibiendo muchas quejas. Pero, ¿qué relación tienen entonces la publicidad, la privacidad y el crecimiento de usuarios?

    Las quejas contra Facebook e Instagram se centran en los problemas con el aumento exponencial de cuentas hackeadas, y la ayuda que se recibe como usuario para solucionar estos problemas, que son inversamente proporcionales. Si le sumamos además los problemas con algunas de las funcionalidades o las necesidades de mejora que detectan los usuarios y las comparativas con TikTok, todo suma.

    Facebook se ha enfrentado a numerosas crisis de reputación por la falta de privacidad y seguridad por las fugas de datos. Pero quizás lo más preocupante a día de hoy es el salto generacional de los que iniciaron en Facebook en 2007 y que ya casi no lo usan. Han pasado más de 15 años, las plataformas han evolucionado, hemos vivido cambios de etapas personales y, por tanto, ya no utilizamos Facebook de forma masiva. De aquí viene la consecuente perdida de usuarios activos.

    Si la generación cambia, los hábitos cambian y, en consecuencia el uso de la tecnología también. Es así como el problema que tenemos delante es de insatisfacción por el servicio de la aplicación. Es cierto que Facebook se ha diversificado, ha realizado modificaciones, ha hecho un renaming, pero... No es suficiente, los usuarios se van, y con ellos la publicidad.

    Los últimos datos obtenidos no aportan demasiada esperanza para la compañía, ni para Meta, ni para Instagram. Los usuarios no están contentos con las aplicaciones y lo más grave es que Instagram también se resiente, Un poco menos de la mitad de sus usuarios aún disfrutan con su utilización, pero este dato es peor que el de hace unos años. Todo apunta a que la publicidad está siendo demasiado presente en el timeline de los usuarios, y eso está saturando a la audiencia.

    Por otro lado, y en esta misma línea de tratar de remontar, se acaba de realizar una inmensa inversión en el Metaverso. Quizás de las mayores del sector social tecnológico. Pero lo que ocurre es que los usuarios siguen temiendo a la realidad virtual y la duda sobre la privacidad sigue creciendo.

    Si nos ponemos en el lugar de los usuarios, vamos a pasar de usar Facebook, con sus limitaciones, a las stories de Instagram con filtros. Filtros que están captando parámetros biométricos. Entonces aparece Meta que suma la base de datos que ya teníamos de Facebook, WhatsApp, Instagram, y le añade sistemas para rastrear las expresiones faciales y corporales. ¿Para qué? Para vendernos publicidad a medida.

    Las empresas están como locas por empezar probar esta nueva tecnología. Quizás no tanto la mayoría de usuarios, pero, la industria ya está moviéndose. Empresas de medios que empiezan a comercializar espacios de publicidad, "expertos en metaverso", profesionales que se reinventan para crear espacios y avatares...

    Pero la época metabrand ya ha llegado. El metaverso está limitado a los terminales a través de los que se accede a él. Estamos muy al inicio, pero ya empezamos a ver mayor aplicación de las gafas de realidad virtual, espacios públicos e instituciones donde interactuar… Una realidad realmente por descubrir, que tiene varias capas por estudiar. Quizás por defecto profesional, yo me quedo con una muy patente: la privacidad. La seguridad, el efecto moda y la preocupante inmediatez por todo, y la falsedad con la que lo exponemos todo... Démosle una pensada, Facebook también debería hacerlo.