Un trato más justo para las constructoras
elEconomista.es
Los sobrecostes que afrontan las constructoras españolas derivados del alza de la inflación y la crisis de suministros las lleva a abandonar obras públicas y dejar desiertas algunas licitaciones.
Es cierto que estos encarecimientos de precios eran imprevisibles cuando se firmaron los contratos y forman parte de los riesgos que asumen las propias compañías. Con todo, en situaciones excepcionales como la actual es posible buscar medidas para evitar que las constructoras queden abocadas a una rentabilidad ínfima o incluso inexistente. Una buena solución consiste en seguir el ejemplo de otros países europeos como Francia y tomar medidas como llegar a acuerdos con las empresas para flexibilizar los plazos de realización de los proyectos.