Ser global sin dejar de ser local
Jonathan G. Rambal
La pandemia ha impulsado el crecimiento del comercio electrónico a un ritmo equivalente al de los últimos siete años. De hecho, según un reciente estudio de McKinsey señala como, tan sólo en los primeros meses del confinamiento, las compras online aumentaron un 20%, lo equivalente a diez años de crecimiento.
Pero a pesar de que durante este último año hayan acontecido muchos cambios, la realidad es que la mayoría se trata de tendencias que ya existían y que se han visto aceleradas. De hecho, los comercios han sido capaces de dar respuesta a los usuarios a través de múltiples canales, algo que ha facilitado el mayor acceso de los consumidores a las redes 5G y también a la mejora de la tecnología móvil.
Sin embargo, los pagos digitales no estaban preparados del mismo modo para poder dar respuesta a las necesidades de los clientes, especialmente a las de los más vulnerables. De hecho, los bancos tuvieron que desarrollar rápidamente soluciones para poder hacerlo y de este modo surgieron iniciativas como, por ejemplo, activar códigos de cajeros automáticos de un solo uso o tarjetas de prepago reutilizables para poder compartirlas con los diferentes miembros de una familia. Igualmente, en los diferentes países se popularizaron diferentes hábitos a la hora de realizar los pagos digitales. En Estados Unidos, por ejemplo, con el uso de las tarjetas de crédito, en Australia las compras con pagos aplazados o en la India, con el auge de los monederos digitales. De lo que no cabe duda, no obstante, es que la pandemia ha impulsado la innovación tal y como también demuestra la rápida adopción del Open Banking por parte de las compañías europeas.
Entonces, ¿qué significa la hiperregionalidad para los comerciantes que buscan operar y trabajar en un mercado global? Pues supone una gran complejidad, porque deben ser capaces de comprender cuál es el método de pago que mejor funciona mejor en cada territorio y también ser capaces de adaptarse a él. Por eso es tan importante, poder encontrar al socio adecuado que permita poder gestionar los pagos locales o alternativos, con éxito.
Los pagos alternativos - entendidos como aquellos métodos que no involucran tarjetas de crédito o de débito-, se han vuelto muy populares en determinadas regiones debido a las preferencias de los consumidores y al marco regulatorio. Además, suponen una creciente tendencia dentro de la industria.
La razón de este auge radica en que intentan resolver los problemas de los consumidores, tales como como acelerar las transacciones, mejorar los envíos u ofrecer líneas de crédito. Sin embargo, no suponen una solución universal. Cada comercio tiene que entender cuál es método de pago que mejor funciona para sus clientes y para su modelo de negocio y el trabajo del proveedor de la plataforma de pagos es facilitar el proceso. Por ejemplo Checkout conecta con todos los canales de pago locales de todo el mundo, lo que permite a los comerciantes poder acceder a todos ellos a través de una sola conexión. Es más, las empresas que quieran operar a nivel global deben de ser capaces de poder utilizar cualquier método de pago que mejore la experiencia del cliente y además reduzca la tasa de abandono. La innovación es clave para poder aportar soluciones en todas las partes del mundo
Otro de los problemas a los que se enfrentan los métodos de pago locales es la falta de armonía global, ya que tienen sus propios términos legales y condiciones en cada país y marcos regulatorios. Por eso es recomendable que las empresas trabajen con proveedores de pagos expertos, acostumbrados a encontrar el equilibro entre el cumplimiento normativo y legal y que esto afecte lo mínimo posible al cliente en su experiencia de compra. Así el partner y proveedor de la plataforma de pagos se encargará de estas tareas, en tanto que los comerciantes podrán concentrarán en la venta de sus productos y servicios.
El Open Banking también ofrecerá muchas oportunidades en los próximos años. Los datos favorecerán el desarrollo de productos innovadores que favorecerán el acceso a nuevos servicios financieros, asistiremos a un mayor crecimiento de las compras online para las que los consumidores seguirán utilizando diferentes métodos de pago, aumentará el uso de las criptomonedas o aparecerán nuevas soluciones financieras "in-app". Un mundo en el que los temas regulatorios y de compliance también serán cada vez, más complejos. Por eso es ahora más necesario que nunca poder apoyarse en un partner adecuado para abordar la complejidad del área de pagos para no perder el tren de la innovación